La llamada «revolución bolivariana» ha sometido a Venezuela en una crítica situación económica que ha privado a muchos de alimentos y medicinas que no solo son escasos, sino que también usualmente se consiguen a precios que no todos los ciudadanos pueden pagar.
Composición: Maduradas/Fotos: Tucucu- Captura de video (Youtube)- Amos de Casa
En ese sentido, no es de extrañar que, como consecuencia, existan actividades y productos que un niño podría querer y que su familia no puede costearse, como son algunos juguetes y las chucherías.
Sin embargo, no es solo la economía lo que impide que los más pequeños disfruten de ciertos «lujos», sino también la misma situación social que ocasiona que muchas de las atracciones que antaño eran comunes en el territorio nacional, hoy en día ni se asomen.
Es por ello que hemos hecho un listado de cosas que los niños venezolanos no podrán disfrutar ni conocer gracias a la crisis.
Estas son X cosas que los niños de la actualidad no conocen gracias al «socialismo del siglo XXI»:
Estrenos en diciembre (sin falta)
Una de las tradiciones que la crisis económica ha, literalmente, «sepultado» en el olvido es la de comprar ropa para estrenar en navidad.
De por sí, los venezolanos pasan las de Caín para poder hacerse con alimentos básicos. Por consiguiente, no es de extrañar que la adquisición regular de vestido y calzado haya quedado en el olvido.
Atracciones gigantes
¿Llegó a conocer a la famosa «Mujer gigante»? Se trataba de una maqueta de 32 metros de altura en la que las personas entraban para hacer recorrido en el que conocían el funcionamiento del cuerpo humano.
https://youtu.be/KpXlVNnBNR8?t=34s
El «gusanito»
Si bien las atracciones de este tipo no están totalmente extintas en la Venezuela actual, lo cierto es que muchas se encuentran en estados tan deplorables que ningún padre consciente dejaría a su hijo jugar en estas.
Sin embargo, da pesar que los más pequeños no lleguen a vivir lo que los que hoy no son tan pequeños experimentaron, como esas no tan pronunciadas, pero inquietantes, subidas y bajas del «gusanito».
Circos por doquier
Y, claro, antes de la crisis, no solo había parques de diversiones en casi cualquier esquina, sino también circos.
Las familias acudían a estos recintos los fines de semana a ver los shows con animales y payasos, comían dulces y compartían por largas horas.
Hoy en día, difícilmente se logra ver un circo en Venezuela, en parte por la delincuencia, ya que estas ferias itinerantes eran instaladas en calles y plazas, y funcionaban, por lo general, en horas de la noche.
Con «real y medio» eran felices
Antaño, los padres daban como «mesada» a su hijos, pequeñas cantidades de dinero que muchas veces eran solo un billete con el que podían comprarse montones de comida, dulces y chucherías.
Hoy en día, además de no haber efectivo, este vale muy poco y los niños apenas podrían costearse uno que otro caramelo.
Dulces y chucherías de todo tipo
Antes de la crisis, en Venezuela se podían conseguir todo tipo de chucherías, fuesen estas hechas en el país o importadas. Lo importante es que, sin importar el antojo, los niños podían disfrutar de helados, snacks y dulces de los más variados a precios súper económicos.
¿Se acuerda de alguno de estos?
El mercado de chucherías
Cuando la familia realizaba el mercado «mensual» (que difícilmente se podría hacer en la actualidad), los más pequeños podían tomar, a diestra y siniestra, cereales, galletas y otros dulces de los anaqueles.
Cualquier familia de clase media se podía tomar ese «privilegio» sin padecer hasta la próxima quincena.
Hoy en día, las familias venezolanas tienen que pensarse mejor la distribución del dinero porque, en muchas ocasiones, este se invierte solo en la comida «más necesaria». Los mercados mensuales dejaron de existir para casi todos y más aún la compra de dulces para los niños, especialmente porque las chucherías tienen, actualmente, precios exorbitantes.
Foto: Tane Tanae
Redacción Maduradas
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