Desde hace varios días se han incendiado las redes sociales con la aparición de un polémico dibujo llamado Cheverito. Con cámara en mano y mochila al hombro, Cheverito recorre los sitios turísticos y paisajes más hermosos de Venezuela, como parte de una campaña lanzada el pasado jueves por el Ministerio del Turismo, con la intención de incentivar excursiones en el país.
Mientras Venezuela nada en la tormentosa piscina de la incertidumbre política-económica, el chavismo parece no entender que Venezuela es el segundo país en el mundo con mayor índice de asesinatos después de Honduras; y el segundo país en el continente con el menor salario mínimo, después de Cuba. En medio de este caos por la supervivencia, Cheverito, “un venezolano chévere que va por el país disfrutando sus bellezas”, le dice al mundo que “el mejor sitio para las vacaciones es Venezuela y no Miami”.
A las pocas horas del lanzamiento de esta campaña, comenzaron a salir parodias que situaban al casi superhéroe Cheverito haciendo turismo en medio de la represión, escasez, corrupción, manifestaciones, gases lacrimógenos, apagones, racionamiento, colas, violencia… que sufre Venezuela.
Según el equipo de realización de estos memes, “Cheverito es una campaña mentirosa del Gobierno donde todo está perfecto: una cortina de humo total”, e incluso una amenaza para la propia seguridad de los venezolanos, en un país donde asesinan hasta por robar una cámara fotográfica.
Abuelo cubano
Los asesores de Nicolás Maduro, una vez más, han “copiado y pegado” una estrategia política fracasada del régimen cubano. Reabriendo las páginas polvorientas a punto de olvidarse de lo que fue Cuba en los primeros años de la “revolución”, encontramos el abuelo criollo de Cheverito. Por ese entonces era la figura propagandística del INIT (Instituto Nacional de la Industria Turística) quien pretendía promover de igual modo viajes en la isla, mostrando a un cubano con cámara en mano que corría por los campos.
El abuelo cubano de Cheverito se las vio negras para poder hacer turismo nacional. A los pocos años de su lanzamiento, el régimen comenzó a construir hoteles y centros recreativos sólo para extranjeros. En poco tiempo todos los bares, discotecas, incluso hasta la conocida Tropicana comenzaba a poner sus precios en dólares americanos, dejando al pobre “turista nacional” con pesos en el bolsillo y sin opciones.
Los supermercados estatales comenzaron a prohibirle la entrada a los cubanos. Todo se vendía en dólares (desde una Coca-Cola hasta una bolsa de leche) y únicamente podían comprar los extranjeros, mostrando previamente su pasaporte. La Policía Nacional Revolucionaria perseguía, capturaba y encarcelaba a todos los cubanos (salvo familiares de ministros y militares) que tuviesen aunque fuese un dólar en el bolsillo. Los capturados con esta moneda indispensable para hacer turismo nacional cumplían hasta siete años de prisión.
El final del abuelo de Cheverito fue trágico: murió ahogado en el Estrecho de la Florida escapando del “resort socialista cubano”, en una balsa rústica hacia algo muy preciado que se llama libertad.
Vea aquí el dibujo animado que promueve el Gobierno Bolivariano de Venezuela con el personaje Cheverito:
http://youtu.be/C-fqZVe3ft4
Por: Yusnaby Pérez / Cubanet