Esta semana, la fiscal General de la República, Luisa Ortega, ordenó constatar la supuesta incomunicación carcelaria del líder opositor Leopoldo López, preso hace cinco meses en la cárcel militar de Ramo Verde. La tarde de hoy desmintió tal apremio y aseguró que más bien goza de mayores derechos penitenciarios.
“Indudablemente todos los centros de detención tienen reglamentos; las visitas no pueden ser todos los días. Los privados de libertad tiene restringidas sus libertades”, pero en el caso de López no solo se le “garantiza dignidad” sino que además, por ejemplo, tiene mascotas, manifestó la fiscal general.
Las condiciones de prisión de López le permite contar con una “jaula con dos periquitos” (loros) y, entre otras ventajas, “con nevera, hamaca, una biblioteca, escritorios, sillas, microondas, computadora, impresora, ducha con agua caliente”, enumeró Ortega en su programa semanal de radio en la emisora privada Unión Radio.
“Inmediatamente mando a un fiscal de derechos fundamentales para constatar esa situación” de supuesta incomunicación, dijo la fiscal hace dos días al ser informada de denuncias de familiares de López, y hoy dio cuenta de que el funcionario en cuestión lo encontró ese día en una misa en la cárcel reservada a antiguos mandos militares.
“Prueba evidente de que no está aislado (…); por lo menos aislado no está”, subrayó Ortega y añadió que el líder opositor también cuenta con suficiente luz, ventilación, electrodomésticos e incluso con “una bolsa de boxeo donde hacer ejercicios”.
López será enjuiciado a partir del próximo día 23 acusado de ser autor intelectual de incendio intencional, instigación pública, daños y asociación para delinquir, por unos hechos violentos registrados en Caracas el 12 de febrero, cuando fue atacada la sede de la Fiscalía con bombas caseras tras una marcha pacífica convocada por él en el marco de su estrategia de lucha “La Salida”.
El máximo dirigente del partido Voluntad Popular (VP), uno de los que integran la variopinta plataforma partidista opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD), ha insistido en que “La Salida” del presidente Nicolás Maduro no debe ser violenta.
Junto a la dirigente de la organización Vente Venezuela, la exdiputada María Corina Machado, que presiona por la renuncia de Maduro, López figura asimismo como parte de la “oposición radical” (como la catalogan algunos miembros de la propia oposición) que en el seno de la MUD promociona la estrategia antigubernamental “La Salida” con “acciones de calle pacíficas”.
Estas protestas contra el Gobierno se iniciaron en febrero y algunas de ellas derivaron en hechos violentos que hasta el pasado junio dejaron 43 muertos, 873 heridos y 3.356 detenidos.
La fiscal precisó hoy que siguen presas 88 personas, de las cuales 14 son miembros de organismos policiales o militares y 4 estudiantes.
Al momento de las detenciones, la mayoría dijo ser estudiante y luego que había sido torturada, porque se trataba, remarcó Ortega, de “una política tendenciosa (…) dirigida a generar desconfianza en el sistema de justicia venezolano y hacerlo ver como represor y violador de los derechos humanos”.
En ese sentido, recordó que esta semana recibió en su despacho a activistas de Amnistía Internacional (AI), las cuales le presentaron, aseguró, un único caso de supuesta tortura.
AI “solo presentó un caso, un solo nombre y, además, por trato cruel y no por torturas”, remarcó Ortega y añadió que “a diario” se presentan ante los periodistas activistas “irresponsables” que aseguran tener listas con “cientos de torturados, pero hasta ahora no presentan ni una sola prueba”.
Fuente: EFE