El presidente Nicolás Maduro sigue sembrando cizaña entre los opositores. El mandatario nacional continúa con «confesiones» de sus presuntos tratos y conversaciones con dirigentes de la oposición.
La tarde de este miécoles, durante una rueda de prensa con medios internacionales, Maduro afirmó que existen divisiones dentro de la oposición por la ambición de poder de sus dirigentes, principalmente Ramos Allup y Borges.
Señaló que Borges negociaba con él “tras bastidores”, mientras que Ramos Allup ordenaba retirarse de la mesa de diálogo.
“Cuando Julio Borges ya tuvo los votos, Ramos Allup rompió con la mesa de diálogo y pretendió dar un golpe de Estado con la declaración de abandono de cargo, cuando por detrás Julio Borges estaba hablando conmigo para redactar el documento para salir del desacato y salir del limbo en el que están”, dijo Maduro.
Agregó que “a Julio Borges lo obligaron, el 5 de enero, a desmarcarse de las posiciones de diálogo (…) Él es muy débil de carácter (…) Julio Borges lleva por dentro un fascista, tiene el fascista alborata’o”.
Redacción Maduradas
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