Ella es Angelis, tiene 25 años, es una maravilla de persona, la conocí hoy frente a la panadería «La Mansión de NY» aquí en Maracay.
Debo admitir que hoy había tenido uno de esos días donde absolutamente todo se complica, donde la vida te recuerda que eres un mortal más en un país que sigue tocando fondo. Aquí las cosas colapsan a cada minuto, a cada segundo.
Foto: Andrés Modesto.
En fin, al bajarme del carro, la encontré a ella llorando. Comía mango con tanta desesperación que definitivamente me arrugó el corazón. Me detuve y le sonreí y le dije: «Hola, me llamo Andrés, ¿Puedo hacerte una pregunta? ¿Por qué lloras si estás comiendo lo más sabroso del mundo?, es más no te imaginas lo afortunada que eres, déjame decirte que te estás dando un lujo».
Inmediatamente se sonrió y me dijo: «Primera persona que me dice que comer mango es de afortunados, estás loco».
Le expliqué que lo importante no es lo que comas, lo que realmente nos debe importar es que estamos sanos y vivos, y debemos darle gracias a Dios por estar así.
Le pregunté: «¿Y qué haces aquí? ¿Qué pasó?» Me explico que hace un mes se escapó de su casa porque su padrastro golpea muchísimo a su mamá y ella le partió la cabeza con una botella, (no aguantaba más ver sufrir a su mamá) así que una noche entró al cuarto de su madre y le dio un beso en la frente (mientras ella dormía) y se despidió.
Me dijo: «Si ella es feliz viviendo con ese hombre Yo me iré».
Después de una hora de hablar y compartir con ella, fui a la panadería y le di varios obsequios, ella se puso a llorar y me dio las gracias. Le pedí que dejara de llorar y ¿saben qué? hice que riera otra vez.
Me dijo: «Toma» (me daba 2 manguitos), me sonreí y se los acepté pero al llegar al carro le di gracias a Dios por enseñarnos que los que menos tienen son los más compasivos.
Hoy tuve una cita a ciegas con la chica de los mangos.
Por: Andrés Modesto (@ProximaExtacion)
Nota: Si pasan por la Panadería «La Mansión de NY» búsquenla y compartan con ella.