Dicen que toda crisis saca a relucir lo mejor y lo peor de las personas. En medio del apagón nacional que inició el pasado jueves y que se ha extendido por más de 70 horas, se pudo contrastar que existen dos tipos de venezolanos, quienes forman parte del problema y quienes forman parte de la solución.
Una de las principales preocupaciones de los venezolanos, tras pasar tres días sin electricidad, además de proteger alimentos y medicinas que requieren de refrigeración inmediata y conseguir agua o hielo, es conseguir cargar la batería de sus teléfonos para no quedarse completamente incomunicados con sus familiares y allegados.
En Maracaibo, un ciudadano que contaba con planta eléctrica ofreció a vecinos cargar la batería de sus equipos pero a cambio de 1 dólar por cada 10 minutos de energía.
«Punto de carga. $1 por 10 minutos. No incluye cargador», se lee en el improvisado aviso.
Cabe acotar que son pocos los ciudadanos que pueden tener acceso a dólares en efectivo.
La situación se contrasta con lo observado en una vivienda en Barquisimeto, estado Lara, donde un venezolano ofreció su planta de manera gratuita y a quien lo necesitara.
«Se cargan teléfonos gratis. Los buenos somos más», reza el cartel acompañado por la bandera de Venezuela.
Redacción Maduradas.