Economistas y comerciantes consideran que los controles de precios quedan sin efecto, mientras en Venezuela no se detenga la inflación y se levante la economía nacional.
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Ese debate surgió nuevamente tras la difusión de una lita de 42 productos con precios a dólar, emitida a principio de diciembre de 2022 por la Superintendencia Nacional para la Defensa de los Derechos Socioeconómicos (Sudde) y que poco después fue eliminada.
Asimismo, Nicolás Maduro, líder del régimen en Venezuela, se ha referido últimamente a los precios de los productos después de que el dólar paralelo y oficial incrementaran de forma drástica durante este mes.
“Todo tipo de control es contraproducente, mientras se tiene una economía de bajo crecimiento y de alta inflación”, asegura el economista Dilio Hernández en un reportaje elaborado por La Prensa de Lara.
Hernández cuestiona los obstáculos que impone el régimen de Maduro para el libre mercado, que impide el progresivo desarrollo del país.
Insta a que entre las medidas de control que se deberían implementar es la contención del mercado cambiario, ante la presión ejercida en la divisa norteamericana y la dependencia entre 60% y 70% de componentes importados.
“En lugar de controlar precios, se necesita una liberación enmarcada en un mayor control de las importaciones”, señaló.
En ese sentido, resaltó que es necesario crear políticas que favorezcan la producción de bienes y servicios en la nación.
Sugiere una mayor facilidad de financiamiento y posibilidad de créditos en el país, liberar el encaje legal que se encuentra entre 80% y 85%, disminuir impuestos que pueden generar un ajuste de más de 20% en los productos, reducción de las contribuciones parafiscales y otros gastos extras que impiden el desarrollo de microempresas.
El economista Jhon Cisnero también apoya una voluntad estatal por subsidiar y supervisar el mercado paralelo. Esa opción que escapa de las fiscalizaciones o controles, puede representar una amenaza desde los especulativo.
Enfatizó la importancia en incentivar la producción nacional, necesaria para impulsar la economía. Debido a la competencia, se reducirían los efectos negativos porque a mayor existencia de productos, es menor la posibilidad del aumento de precios.
Cisnero aclara que, al no apoyar el libre mercado, la economía queda estancada y se paralizaba el aumento de los pocos rubros que todavía hay en el mercado.
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Redacción Maduradas con información de La Prensa de Lara.
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