La administración del presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, fue el centro de la polémica este martes 23 de febrero, luego de que se decidiera reabrir un centro de detención para migrantes menores en el estado de Texas, en la frontera con México, que funcionó durante el gobierno de Donald Trump.
De acuerdo a la información reseñada en el portal web de la Voz de América (VOA), la llegada a la frontera de miles de jóvenes en plena pandemia del COVID-19 obligó a Biden a adoptar la medida de manera «temporal», según confirmaron voceros de la Casa Blanca.
«Esto no está bien, nunca estuvo bien, nunca estará bien. No importa la administración o el partido», expresó la congresista Alexandria Ocasio-Cortez, voz del ala más progresista del Partido Demócrata.
«Esta administración solo lleva dos meses y nuestro sistema de inmigración injusto y peligroso no ha sido transformado en ese tiempo», escribió en Twitter la congresista de origen puertorriqueño, quien subrayó que el Departamento de Seguridad Nacional no debería existir y el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas «irse».
«Es una reapertura temporal durante la COVID-19, nuestra intención es cerrarla, pero queremos estar seguros de que podemos seguir los protocolos de la COVID-19», insistió la portavoz de la Casa Blanca, Jen Psaki, según declaraciones citadas por la agencia de noticias EFE.
Redacción Maduradas con información de VOA
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