Pese a la angustiante escasez de medicamentos en Venezuela, el régimen de Nicolás Maduro obstaculiza una iniciativa que brindaría acceso a fármacos económicos y de muy buena calidad, negando alivio a cientos de miles de enfermos para no tener que admitir la existencia de una crisis sanitaria, dijeron diputados de la oposición, así lo publica El Nuevo Herald.
La iniciativa, emprendida por la Comisión de Salud de la Asamblea Nacional, le daría a Venezuela acceso al Fondo Rotatorio-Estratégico de Medicinas de la Organización Mundial de la Salud (OMS), que brinda medicamentos subsidiados para atender situaciones de emergencia.
Pero el acceso al fondo debe ser solicitado por el poder ejecutivo, y el régimen de Maduro hasta ahora se ha negado a hacerlo, dijo el diputado opositor José Manuel Olivares.
“Tenemos en este momento la posibilidad de solucionar una de las crisis que tiene el país, que es la crisis del medicamento, pero por el simple hecho de anteponer la política, por el simple hecho de anteponer la ideología, se le niega esa posibilidad a todo un pueblo”, dijo Olivares en declaraciones desde Caracas.
La iniciativa fue lanzada en momentos en que ocho de cada 10 medicamentos no pueden ser encontrados en el país.
Además de la posibilidad de tener acceso al fondo rotatorio, Venezuela también podría recibir ayuda directa de organizaciones internacionales y de países amigos con solo solicitarla.
La Asamblea Nacional, por ejemplo, ya ha recibido ofertas formales de ayuda del gobierno español, del Senado y Congreso brasileño, y de la Organización Panamericana de la Salud, explicó Olivares.
La crisis, que se produce simultáneamente con la desaparición de alimentos en las tiendas, llevó semanas atrás a una Asamblea Nacional controlada por la oposición a declarar una crisis humanitaria, en un intento por asegurar la ayuda de organizaciones multilaterales.
Pero el régimen de Maduro – que lleva meses ocultando datos estadísticos para esconder el gradual colapso del sistema de salud en Venezuela – hasta el momento ha obstaculizado ese tipo de esfuerzo.
El vicepresidente de la Comisión de Salud, William Barrientos, dijo que la negativa del régimen pone en peligro las vidas de más de cuatro millones de venezolanos.
“Venezuela está atravesando por una crisis humanitaria terrible. De seguir esto así, el 15 por ciento de la población desaparecerá, porque nosotros tenemos una legión de hipertensos, y una legión de diabéticos”, dijo Barrientos, quien también es médico.
“En Venezuela no hay insulina, no hay hipertensivos, no hay anticonvulsivantes, no hay antibióticos, no hay retrovirales para los enfermos de sida, no hay acetaminofén, que es el tratamiento básico para atender la epidemia de Zika que tenemos en todo el país”, señaló Barrientos.
La crisis médica no se limita a la escasez de fármacos. Los centros de atención médica también están siendo afectados por la falta de equipos básicos y de sus insumos, como resonadores magnéticos, máquinas de anestesia y máquinas de cobalto para realizar radiaciones, agregó Barrientos.
El gobierno, entre tanto, está ocultando las cifras del Zika, anunciando que solo existen 5,221 casos sospechosos y 319 confirmados, una porción muy inferior a los 30,000 registrados en la vecina Colombia.
Pero los médicos de la Sociedad Venezolana de Salud Pública calculan que el número real de casos en el país podría ser 75 veces más alto, unos 400,000, haciendo uso de “algoritmos paralelos” que emplean herramientas disponibles en Google y utilizan datos recogidos a través de las redes sociales.
“Todos los países en América Latina decretaron la emergencia sanitaria debido al Zika menos Venezuela. Y aquí no se hizo porque sería reconocer lo que ha sido una mala política de 17 años en materia de salud”, enfatizó Barrientos.
Además del Zika, Venezuela está padeciendo el resurgimiento de una serie de enfermedades que habían sido casi totalmente radicadas en el país, como la malaria y la sífilis.
“El ejecutivo debió de haber aceptado lo que significó la declaración de la crisis humanitaria para que organismos como la Organización Mundial de la Salud, la Organización Panamericana de la Salud y la Cruz Roja pudieran contribuir a solucionar la grave crisis asistencial y sanitaria que hay en el país”, dijo Barrientos.
“Pero el régimen más bien está obstaculizando esos esfuerzos, y verdaderamente no quiere reconocer que ha fracasado en materia sanitaria”, agregó.