En el hospital José María Vargas, mejor conocido como la Maternidad del Sur, en el estado Carabobo, pasó como dice la canción: “No hay cama pa’ tanta gente”. El alto número de parturientas colapsó el hospital, al punto de que han tenido que aplicar estrategias increíbles para atenderlas.
Foto: El Carabobeño.
¿Que no hay camas? Pues para eso están los bancos, dijeron los de la Maternidad, quienes atendieron varios partos de esta manera, debido a la precaria condición del sistema de salud. Zenaida Delgado contó, sin pelos en la lengua, la historia de su hija, que tras 40 semanas de embarazo tuvo que esperar un buen rato de pie para que atendieran su parto.
“Ayer hubo dos que tuvieron que dar a luz en un banquito en la emergencia”, relata Zenaida, quien además manifestó que el calvario de su hija empezó a las 8:00 pm y terminó prácticamente más de 24 horas después.
En primer lugar le extendieron la lista de insumos que debía comprar, puesto que la Maternidad no contaba con ninguno de ellos. 15 guantes, ocho soluciones fisiológicas, tres kits de sutura e incluso la indumentaria desechable de los médicos era necesario para ingresar a su hija, según contó a El Carabobeño.
“Yo me vine sin un medio en el bolsillo. Pero aquí hay que parir los insumos, literalmente, para que atiendan un paciente”, dijo la mujer que tuvo que gastar más de 30.000 bolívares en una noche.
Pero ¿dónde consiguió todo? Pues en especies de kioscos liderados por bachaqueros que comercializan los insumos a precios exagerados: un kit de suturas 2.500 bolívares, un par de guantes en 800 bolívares. “Eso no lo controla nadie. ¿Puede alguien explicar de dónde lo sacan? ¿Por qué no hay en la Maternidad y ellos sí tienen? ¿Dónde está el negocio?”, se preguntó indignada.
Al final, la hija de Zenaida fue remitida a la Ciudad Hospitalaria Henrique Tejera (CHET), pero de allí la mandaron de nuevo a la Maternidad, donde se presume que finalmente dio a luz después de un día de trabajo de parto.
Redacción Maduradas