La galopante hiperinflación que acosa a la economía, ha llevado a los venezolanos a adoptar monedas extranjeras como mecanismo para no dejar colapsar todavía más el poder adquisitivo de sus ingresos. Todo al punto, que en zonas fronterizas con Brasil la moneda en curso es el real y no el bolívar, lo que también ocurre con el dólar estadounidense en gran parte del país.
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De acuerdo a un reportaje publicado en Versión Final, los habitantes de la ciudad fronteriza de Santa Elena de Uairén, capital del municipio Gran Sabana, ahora se sienten más en Brasil que en Venezuela, no solo por su cercanía con el país vecino, sino por la circulación de la moneda oficial de esa nación.
“Parece que aquí estamos en Brasil. Todo es real. El limpiador diario, el jardinero, la compra, la ofrenda que damos en la iglesia. Todo, absolutamente todo se paga en reales”, aseguró al mencionado medio de comunicación uno de los habitantes de esa región venezolana.
Aunque alrededor del 65% de las transacciones en Venezuela se realizan en dólares, el bolívar todavía se usa para pagos en línea y servicios básicos. Además, la falta de efectivo de la divisa, obliga a los venezolanos a depender de este tipo de operaciones con bolívares para poder sobrevivir, en una economía cada vez más distorsionada.
En el trabajo periodístico de Versión Final, se precisó que en los últimos días el precio de la moneda brasileña ha variado entre 308.000 y 320.000 bolívares por real brasileño. Mientras que el dólar se cotizó en más de 1.851.000 bolívares el jueves 25 de febrero.
“Hay cambio normal, con monedas reales y billetes de menor denominación. No he visto bolívares circulando por aquí desde hace unos dos años”, relató una comerciante, quien intentó explicar cómo es la vida en la zona entre varias monedas (real, bolívares, dólares).
Redacción Maduradas con información de Versión Final
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