El nuevo libro de la cronista de la realeza británica Katie Nicholl, titulado «The New Royals: Queen Elizabeth’s Legacyand the Future of the Crown (Los nuevos royals: el legado de la reina Isabel y el futuro de la corona)», reveló que la reina Isabel II murió dolida con su nieto, el príncipe Harry y la esposa de este, Meghan Markle, por renunciar a la familia real.
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La monarca sentía pena por la decisión de Harry y Meghan Markle y así lo reveló a una de sus amistades cercanas, quien más tarde hablaría con Nicholl.
«Ella, la reina, estaba muy dolida y me dijo ‘No sé, no me importa, ya no quiero seguir pensando en eso nunca más'», dijo la fuente a la periodista.
Además señala que Isabel estaba agotada con todo el alboroto que se creó en torno a los duques de Sussex.
Otro detalle que supuestamente causaba pesar a la monarca era no poder conocer mejor a sus bisnietos, Archie y Lilibet.
«Fue una fuente constante de tristeza para la reina el poder ver tan poco a Archie y Lilibet y que Harry y Meghan no pudieran unirse a ella al menos durante el fin de semana de agosto en el palacio de Balmoral, cuando la reina solía organizar una ‘fiesta de pijamas’ para todos sus nietos y bisnietos», explicó la autora del libro.
Redacción Maduradas con información de 20Minutos.
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