Diariamente se dan a conocer diferentes casos de familias venezolanas que no tienen nada que comer por la escasez y los altos costos de los productos. En la mayoría de estos los padres aseguran dejar de comer para que sus hijos tengan con qué alimentarse.
Foto: AFP.
Tania Cordero, madre de 18 hijos, de los cuales 5 fallecieron, relató su dura realidad a la periodista de El Nacional, Veda Everduim.
En su humilde hogar, la mujer cuenta con un colchón en la entrada de la casa sin sábanas, dos cuartos pequeños con dos camas y una nevera vacía. Reside en el sector Universitario, uno de los más grandes y con mayor pobreza de Barbacoas, estado Aragua.
“Yo duermo en una cama con los pequeños (cuatro de ellos). Tenemos que dormir así porque no hay donde dormir. Mi hija, la de 15 años, duerme con su hija y con una hermana. Solamente hay tres camas. No tenemos ventilador ni nada de eso”, aseguró.
Sentada en una silla de su casa con los niños semidesnudos y descalzos, confesó que cría a sus hijos sola y que la situación del país empeora todo. Detalló que a veces no consigue nada para comer y que así como se levanta, se acuesta.
Dice que cuando consigue algo es en el campo, donde siembra maíz con su mamá.
“Me siento terrible, hay veces que uno amanece que no le provoca ni pararse, sin conseguir por ninguna parte. Ahorita en mi nevera no hay nada”, destacó.
Tania camina 30 min para ir a trabajar, su hija de 15 años, quien tiene un bebé, se queda en casa cuidando de sus hermanos. Entre lágrimas pide ayuda con sus hijos, hasta que sean grandes.
Como Tania hay muchas madres, que no tienen cómo alimentar y sacar adelante a sus hijos.
Redacción Maduradas con información de El Nacional
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