Los familiares del peruano descuartizado confesaron vivir un calvario por no poder darle una cristiana sepultura, puesto que todavía faltan extremidades del cuerpo, que no han podido ser encontradas por las unidades forenses.
Los parientes de Jafet Torrico Jara exhortaron a los sospechosos del brutal crimen confesar la ubicación del rostro del joven, para así poder proceder con el entierro.
Los restos descuartizados de Torrico Jara y del venezolano Rubén Matamoros Delgado fueron encontrados en distintas partes de la ciudad de Lima.
El primer hallazgo de los restos ocurrió durante la madrugada del lunes 9 de septiembre, en el local donde funcionaba la terminal terrestre de Fiori.
Indigentes, que acostumbran a quedarse en ese lugar, contaron que dos hombres bajaron de un carro dos bolsas plásticas y las arrastraron hasta el sótano, cuando notaron que habían personas, huyeron.
Redacción Maduradas
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