Los tiempos del colegio y el liceo son siempre los mejores. Aunque hay quienes dicen que no hay años como los de la universidad, lo cierto es que esa junta dinámica como la que tienes desde los 10 hasta los 17 años no se vuelve a repetir.
Las travesuras, las comidas, las chucherías y los juegos siempre quedaran entre nuestros mejores recuerdos de aquellos días que hoy describimos como la “época dorada” porque sí que vale oro.
Y para revivir aquellos momentos, aquí 10 cosas que te trasladaran a esos momentos del pasado que quisieras repetir:
1. Lonchera con termo
Imposible olvidar esas loncheras de plástico que venían con sus termos. Todo del mismo color o estampado para que estuvieran combinados. Sobre todo los termos que después de echarle jugo de melón o lechosa no volvían a ser los mismos. Les ponías agua y era como si nunca los hubiesen lavado desde aquella vez del jugo.
2. Saca piojo
Pobre de ti si al que le hiciste el juego le salió un insulto porque se encargará de cobrártelas todas. Ahora, si le salo algo como “te ganaste un carro” o “eres hermosa” seguro que te vendrá un abrazo.
3. Viw master
En los años 80 y 90 también había 3D, pero a través de esta maquinita llamada Viw Máster en la metías una especie de CD con varias imágenes con las que gozabas un montón a través del visor.
4. Chocolate Galak
Desde el rincón de las chucherías más preciadas aparece el Galak, el chocolate blanco de Nestlé que puso a todos a delirar. Su olor exquisito dejó a más de uno con ganas de no parar de comerlo jamás.
5. Tempera
Para las tareas en clase, el dibujo libre en casa o la fiesta sorpresa de algún ser querido, no había mejor herramiento que las temperas de colores. Incluso hasta para pintarse la cara y jugar a ser payasito.
6. Cuartico Riko Malt
Aquí hay dos recuerdos en uno: el cuartico y el Riko Malt. El cuartico desapareció, ya lo sabemos y el Riko Malt aunque no, podría estar a punto. Sin embargo, no había mejor acompañante que este para un buen desayuno.
7. Germinador de caraotas
Biología nunca les gusto a todos tanto como cuando mandaron a hacer el germinador de caraotas con periódico. Aunque el jardín o la cocina de tu casa quedaron con un olor extraño después de eso.
8. Taquitos de papel
Que el profesor o maestro no se diera la espalda porque automáticamente comenzaba una guerra de taquitos de papel. Unos a puro pulso y otros a punta de cañones usan papeles chiquiticos que luego soplaban por un pitillo.
9. Chiclets Adams
Los Chiclets Adams eran los únicos que comprábamos para después usarlos de pito al cerrar otra vez la cajita después de que nos los comíamos todos. Su silbido particular daba para asustar a todos en el colegio o avisarle a tu mamá que ya habías llegado a la casa.
10. Tazos
¿Cómo olvidar los tazos? Si los recreos se crearon para poder “rucharlos” o intercambiarlos con tus compañeros de colegio. Tremendos torneos se armaban si alguno tenía un tazo “poderoso”. Así empezaron las primeras apuestas de algunos.