Este viernes, 11 de octubre, los países miembros del Consejo de Derechos Humanos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) aprobaron prorrogar durante dos años más el trabajo de la misión de determinación de los hechos en Venezuela.
Antes de ser aprobada la resolución que insta al chavismo a poner fin a la represión, el embajador de Cuba, Juan Antonio Quintanilla, intentó justificar la crisis de derechos humanos en Venezuela con las “sanciones”.
El representante del régimen cubano aseguró que la misión de investigación era un mecanismo “falaz, parcializado e inoperante que es la antítesis de los valores que nos comprometimos a defender cuando se creó el Consejo de Derechos Humanos”.
Sin embargo, su homólogo de Chile, Claudia Fuentes Julio, respondió que “ninguna sanción podrá justificar tortura y violencia sexual”.
“Ninguna sanción podrá justificar el ambiente de miedo, represión y persecución en el que vive hoy el pueblo venezolano. Ninguna sanción es un fundamento habilitante para detener injustificadamente a opositores. Las sanciones nada tienen que ver con las muertes en el contexto de las protestas”, sentenció la funcionaria chilena durante la sesión.
Redacción Maduradas con información de La Patilla
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