La anciana de 64 años, María Mayo Toledo, fue asesinada el pasado 22 de junio por su propia nieta, una adolescente de 16 años, quien recibió ayuda de su pareja.
Douglas Rico (@douglasricovzla)
Familiares de la joven contaron que presuntamente su conducta cambió luego de que cumpliera 13 años, cuando sus padres se separaron:
«Ella se volvió mentirosa y conflictiva. Ella sabía que la casa donde vivía con su abuela no era de su propiedad, sino alquilada; no creemos que por eso la mató», indicaron.
Una pariente reveló que la relación entre abuela y nieta dio un giro cuando se suscitó el divorcio de los padres de la menor.
«Desde que era una bebé ellas eran muy cercanas, era su única nieta, hija de su único hijo. María le celebró todos sus cumpleaños. Se llevaron bien hasta que sus padres se separaron, porque ella vio cómo su papá maltrataba a su mamá. Luego del divorcio, ella se fue a vivir con su abuela y nunca fue la misma», señaló la fuente que refirió no ser identificada.
La familia asegura que los cambios de la muchacha fueron tan drásticos que supuestamente grabó contenido pornográfico cuando tenía 14 años y los subió a sus redes sociales, luego se dirigió a los cuerpos policiales para denunciar a la nueva pareja de su madre por abuso sexual, pero en ese momento las autoridades la desmintieron.
Luego la joven denunció a su madre por maltrato, en esa oportunidad señaló a su progenitora de una agresión que mas tarde fue desmentida, aseguró la fuente.
Además registró varios problemas cuando se encontraba estudiando en un liceo.
De acuerdo con la familia, la abuela se comunicó con la madre de la menor hace dos semanas y le pidió ayuda para calmarla porque presuntamente no dejaba de pelear y gritarle, no recurrió a su hijo para que intercediera porque vive en España.
La anciana señaló que la adolescente se negaba a hacerle caso; pero dos semanas más tarde su cadáver fue localizado por trabajadores de Supra Caracas en el interior de un contenedor de basura en la avenida Andrés Bello, municipio Libertador.
La joven fue detenida junto a su pareja, Richard Vargas, de 19 años, ambos confesaron el crimen.
La pareja detalló que colocaron un cable alrededor del cuello de la anciana hasta asfixiarla, luego pidieron ayuda a dos hombres en situación de calle para que lanzaran el cuerpo a un contenedor de basura.
La joven además señaló que había planificado el crimen para quedarse con la casa de su abuela, pero familiares descartan esta posibilidad porque la vivienda era alquilada y la adolescente conocía esa situación.
Redacción Maduradas con información de El Pitazo
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