Yerricson Jesús Caviedes Mirabal (20), conocido como «el monstruo de Junín», confesó haber matado a su madre, Rosalinda Mirabal. Contó que, después de una discusión, la roció con gasolina, le prendió fuego y posteriormente la descuartizó con una motosierra.
Foto: Caraota Digital.
La discusión vino porque Mirabal le informó a su hijo que vendería la casa, al parecer con la intención de migrar hacia Colombia. El muchacho se opuso y la atacó.
Según su confesión, esto ocurrió en enero cuando Mirabal llegó a la vivienda para pedirle a él y a otros inquilinos que desalojaran el inmueble, en ese momento Yerricson usó una navaja que tenía guardada en la habitación principal de la casa, donde se suscitó la pelea e hirió a la mujer.
Él intentó retirarse pero su madre lo persiguió herida y lo golpeó, lo que causó más ira, buscó la gasolina, la roció y la amenazaba con prenderle fuego, pero ella seguía golpeándolo. Entró a una habitación y puso música a todo volumen para ignorar los gritos, pero ella logró abrir la puerta y siguió la pelea; posteriormente se fueron a la parte trasera de la casa, donde él sacó un yesquero y la incendió, la dejó en ese lugar envuelta en llamas.
La cortó con una motosierra, recogió los restos y los metió a una bolsa para basura, la llevó al caño Orinoco, en Maturín, y la arrojó con la intensión de que las aguas se los llevaran.
Tras encontrar los restos de la mujer, las autoridades acudieron a la vivienda, hicieron pruebas de luminol, que determinaron que habían rastros de sangre en habitaciones y baño, donde el joven se lavó. Allí se recuperó un yesquero verde con el que se cometió el crimen y el bidón con gasolina manchado de sangre. También recolectaron guantes de color naranja, un zarcillo y restos óseos.
Redacción Maduradas con información de Carota Digital.
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