Silencio absoluto, finalmente desapareció la baranda del CNE de las pantallas (de CNN o de la transmisión en vivo del comando de La Unidad a través de Youtube) y Tibisay Lucena procedió a hablar entre nerviosismo visible y palabras que se atropellaban unas a otras, el pueblo venezolano a la expectativa finalmente obtuvo lo que quería: los tan ansiados resultados.
El silencio pronto se convirtió en gritos de euforia, fuegos artificiales, lagrimas de felicidad… un bullicio digno de un 31 de diciembre, de esos de antes, de esos bonitos en Venezuela: La oposición había ganado la mayoría del parlamento; y aunque han pasado escasas 11 horas desde el anuncio aún la felicidad está en el aire, pero ¿qué significa ganar el parlamento? ¡sigue leyendo!
En primer lugar hay que aclarar por qué la euforia: la oposición venció al chavismo por primera vez en 16 años de revolución bolivariana en Venezuela.
Salvo aquella derrota sufrida en el referendo de 2007 para hacer una reforma constitucional, el oficialismo siempre se había impuesto en las urnas desde que llegó al poder.
En esta oportunidad, de 167 asientos en disputa, la oposición ganó 99 y el chavismo 46.
Quedan 22 por ser anunciados, pero por mal que le vaya a la oposición, con 101 se asegura una mayoría calificada de tres quintos, un mandato que le permite no solo promover cambios del gobierno, sino balancear el poder de un Estado que, para muchos, está en su totalidad en manos del chavismo.
Cifras de las elecciones parlamentarias
- 99 escaños alcanzó la Mesa de Unidad Demócratica.
- 46 plazas logró el oficialista PSUV.
- 22 curules quedan en disputa. 17 nominales, 2 por lista y 3 escaños indígenas.
- 12 puestos más requiere la oposición para obtener los dos tercios de la Asamblea Nacional de Venezuela, que tiene 167 escaños en total.
Mayoría simple o calificada
El Consejo Nacional Electoral (CNE) no dijo cuándo anunciará los resultados para los 22 votos restantes y el poder de la oposición depende de si obtiene esos dos asientos más que le darían una mayoría calificada.
Con la mayoría simple (entre 84 y 100 diputados) la Asamblea puede promover enmiendas para ser votadas en referendo, votos de censura al vicepresidente o ministros, autorizar enjuiciamiento o incapacidad del presidente y diputados, aceptar o negar el presupuesto, impulsar cambio de poderes ciudadanos y aprobar un estado de excepción o una reforma constitucional.
Con la derrota del chavismo, la primera en 16 años, se prepara un nuevo camino para Venezuela.
Según analistas, la mayoría simple daría con un escenario de choque de trenes o de negociación entre oposición y gobierno.
Con la mayoría calificada de tres quintos (101 diputados) el Parlamento puede –además de lo anterior– sancionar leyes habilitantes, remover miembros de el CNE y el TSJ y vetar a ministros y vicepresidente.
Esa mayoría calificada puede obligar al presidente a ceder ante la oposición para garantizar la estabilidad de gabinete.
El último escenario es la mayoría calificada de dos tercios (111 diputados), que le permite al Parlamento revisar tratados internacionales como Petrocaribe, intervenir leyes orgánicas como el control de precios y cambios, promover una reforma constitucional o una asamblea constituyente y hasta remover a las cúpulas del TSJ y los poderes públicos.
Eso sería un cambio del panorama político venezolano.
Aunque, según los miembros de la oposición que celebraban en la madrugada del lunes, «ese cambio ya se dio».
Y el gobierno, dijeron, «tendrá que acatar el mensaje del pueblo».
Con información de El Nacional.
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