Una cosa no excluye a la otra, así lo dejó entrever el presidente de la Asamblea Nacional, Henry Ramos Allup, quien afirmó que las acciones previstas por la Unidad Democrática no serían “mutiladas” por un eventual diálogo con el Gobierno nacional, tal como lo ha anunciado la iglesia católica para este 30 de octubre.
Ramos Allup aseveró que la oposición “no tiene nada que dar, sino todo que exigir”, en cuanto a las condiciones para que se restablezca el hilo constitucional, lo que pasaría por la libertad de los presos políticos, un Consejo Nacional Electoral (CNE) equilibrado, respeto a la constitución, el respeto a la Asamblea Nacional y las protestas.
El llamado a sentarse en la misma mesa con factores del gobierno generó dimes y diretes dentro de la alianza opositora, este lunes, debido a que muchos de sus dirigentes mostraron su rechazo. Sin embargo, representantes de la Conferencia Episcopal Venezolana agregaron que “el diálogo no puede ser sustitución de un derecho del pueblo. No viene a enfriar al pueblo ni a quitarle la voluntad de revocar”, afirmó monseñor Diego Padrón.
Redacción Maduradas con información de Caraota Digital
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