Jaqueline Aguilar, pensionada venezolana por la administración pública, relató la precariedad alimenticia que vive ya que el dinero de su pensión no le alcanza.
Aguilar, entrevistada por Caraota Digital, confesó haber comido sábila guisada porque el salario de 40.000 bolívares no le alcanza para comprar proteínas.
La señora explicó que le echó ají y un poquito de cebolla a la sábila para comersela, ya que no tenía nada más.
Redacción Maduradas
Lea también:
¡DE INFARTO! El estratosférico monto que alcanzó la canasta alimentaria durante abril