La crisis migratoria venezolana ha puesto a prueba la capacidad de respuesta de los sistemas de asilo en la región. Colombia, país que ha recibido el mayor flujo de migrantes venezolanos, enfrenta un cuello de botella en el procesamiento de solicitudes de protección.
EFE/ Mauricio Dueñas Castañeda
Cifras citadas por Semana, dan cuenta de que más de 29.551 solicitudes están estancadas, mientras que cientos han sido rechazadas luego de las elecciones en Venezuela, cuyos resultados no han sido reconocidos por Petro.
Esta situación genera una gran incertidumbre entre los solicitantes de asilo, quienes ven retrasado su acceso a derechos y servicios básicos.
La demora en la resolución de los casos puede deberse a diversos factores, como la falta de recursos humanos y financieros en las instituciones encargadas de procesar las solicitudes, así como a las complejidades inherentes a la evaluación de cada persona.
Aunque el mencionado medio de comunicación ha ido más allá y aseguró que: «El gobierno de Gustavo Petro les está dando la espalda a los venezolanos que llegan a Colombia en busca de protección internacional, tras huir de la persecución de la dictadura de Nicolás Maduro».
Se precisó que desde el 28 de julio, cuando Nicolás Maduro «se robó las elecciones presidenciales», han llegado a la Cancillería 1.693 solicitudes del estatus de refugiado por parte de venezolanos, de las cuales ya fueron inadmitidas para trámite de protección 688 por, supuestamente, no cumplir requisitos.
«Si bien ese despacho respondió a un derecho de petición enviado por Semana que estas personas pueden volver a presentar su solicitud, la falta del trámite de estos requerimientos está dejando a cientos de personas sin protección en un entorno en el que los migrantes ya han denunciado estar siendo blanco de ataques aun cuando ya han dejado su país», se apuntó en el reportaje.
Redacción Maduradas con información de Semana
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