Las deportaciones de ciudadanos venezolanos desde Estados Unidos violan el principio internacional de no devolución que prohíbe a un país que recibe refugiados devolverlos a una nación donde corren riesgo de persecución, torturas o riesgos políticos, consideran los defensores de los derechos humanos.
El secretario de Seguridad Nacional de Estados Unidos, Alejandro Mayorkas, afirmó que Venezuela ya es un país «seguro» y que los venezolanos pueden retornar sin problema.
Ante esto, la presidenta de la Oficina en Washington para Asuntos Latinoamericanos (WOLA), Carolina Jiménez, reprochó: «Urge respeto a principio de no-devolución: que ninguna persona en necesidad de protección sea deportada».
Además, consideró que la decisión de Estados Unidos no implica que la emergencia humanitaria y la crisis de derechos humanos ya no existan en Venezuela.
A su juicio el hecho de que Estados Unidos haya otorgado recientemente estatus de protección temporal a 470,000 venezolanos demuestra que el gobierno entiende las condiciones de Venezuela; aunque reconoció que en el contexto electoral ha aumentado la presión para que el gobierno controle la migración.
Por su parte, Carlos Lusverti, investigador de temas de migración del Centro de Derechos Humanos de la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB), consideró que para Estados Unidos se está haciendo cuesta arriba atender el volumen de migrantes que llega a su territorio por lo que ha tenido que recurrir a esta medida que no necesariamente satisface los criterios de derecho internacional sobre derechos humanos.
También mencionó que las afirmaciones sobre Venezuela como un país seguro deben mirarse con cuidado porque aún existen víctimas de torturas, de detenciones arbitrarias, persecuciones u otros hechos que están documentados y que confirman que el país caribeño no es seguro y que todavía hay personas que se encuentran en situación de riesgo y por eso solicitan asilo.
«Desafortunadamente esta declaración (del secretario de Seguridad Nacional de Estados Unidos) invisibiliza esas situaciones que han sido claramente documentadas por los mecanismos internacionales», destacó Lusverti.
También recalcó que la situación económica de Venezuela sigue siendo complicada, especialmente en el interior del país, donde los niveles de pobreza se han incrementado.
«Las condiciones que están generando la migración forzada de la población venezolana siguen estando allí», dijo.
Redacción Maduradas con información de Tal Cual.
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