En los últimos cuatro meses, la moneda nacional se ha negociado a una tasa de alrededor de 4,5 bolívares por dólar. Si embargo, esa estabilización para muchos venezolanos ha llegado demasiado tarde ante la pérdida continúa de su poder adquisitivo. Expertos han señalado que la inflación, aunque disminuye, sigue estando entre las más altas del mundo, lo que eventualmente ejercerá presión en los bolsillos.
Durante una entrevista ofrecida a la compañía de asesoría financiera Bloomberg, Asdrúbal Oliveros, quien dirige la firma de análisis Ecoanalítica, indicó que «el bolívar comenzará a deslizarse frente al dólar en algún momento, pero no habrá el tipo de mega devaluación que ha golpeado la economía una y otra vez en los últimos años».
Tamara Herrera, economista de Síntesis Financiera con sede en Caracas, consideró riesgoso confiar en que el bolívar se mantendrá estable a largo plazo, especialmente cuando los precios del petróleo y la producción fluctúan. «La probabilidad de que el tipo de cambio se mantenga estable este año es relativamente alta», dijo. «Pero eso es una sobresimplificación de los imponderables que rodean la actividad petrolera», acotó.
Lo cierto, que independientemente de la variación del tipo de cambio, hay una gran población con salarios con el equivalente a tres dólares, insuficientes para cubrir al menos sus necesidades básicas, a la par de un pequeño sector que devenga entre 20 y 50 dólares mensuales, igualmente incapaces para hacer frente el costo de la Canasta Alimentaria, la cual en diciembre de 2021, estuvo en el orden de los 400 dólares americanos para una familia de cinco miembros.
Menos para la Canasta Básica, que sería el doble, «en el orden de los 800 dólares», según datos proporcionados por Óscar Meza, director del Centro de Documentación y Análisis Social de la Federación Venezolana de Maestros (Cendas-FVM).
Redacción Maduradas con información de Bloomberg
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