Eli Martínez es una joven de 22 años que estaba esperando a su primer hijo. Acudió al Hospital Clínico Universitario de Caracas para realizarse su consulta de rutina y en el ecograma determinaron que su bebé había muerto en su vientre a los seis meses de gestación.
Desde entonces, comenzó una pesadilla para ella y su familia. Fue a varios centros de salud y en ninguno contaban con pitocin para acelerar el trabajo de parto y dar a luz a su hijo muerto.
Martínez desconoce el momento exacto en el que su hijo perdió los signos vitales:
“Me acaban de realizar el eco aquí en el Clínico, donde me he estado controlando, y ya mi bebé no tiene palpitaciones. La bebé está muerta, no se sabe desde cuándo porque el viernes fue mi último eco y ahora no hay pitocin para poder parirla; ahora tengo que ir a otros hospitales a ver dónde hay“, relató su drama.
Redacción Maduradas con información de Caraota Digital.
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