“El gobierno de Nicolás Maduro ha desarrollado dos líneas para su campaña: la primera, busca construir un nacionalismo reactivo, un discurso patriótico frente a un supuesto ataque internacional; y la segunda, se trata de sembrar la idea de una conspiración o la existencia de enemigos internos”, explica la periodista María Alesia Sosa en su reportaje para Runrunes, titulado “El Gobierno se inventa enemigos imaginarios para ganar popularidad”.
En dicho artículo, la periodista explora minuciosamente estos dos rasgos tan característicos del ‘estilo de gobierno pre electoral’ del chavismo/ madurismo: victimizarse a nivel internacional apelando al nacionalismo y regionalismo latinoamericano; y acusar a grupos nacionales de buscar la inestabilidad del país para repartir culpas.
Hablar de estrategia “le queda grande al Gobierno porque una estrategia es una operación racional y lógica”, opina el historiador Germán Carrera Damas. Cree también que este es un recurso gastado que busca distraer a la opinión pública de los problemas reales de la gente, llevándola a concentrarse en mitos e invenciones, al mejor estilo de las madres con la amenaza del ‘Coco’. “Es una perversión del sentimiento patriótico de la sociedad”, sentencia.
La psicóloga social Colette Capriles explica que esta es una argumentación milenaria, que fue desarrollada por el filósofo Carl Schmitt, quien sostuvo que la distinción política estaba en la diferenciación de amigo-enemigo. “Más que una política, es una forma de construir una percepción del mundo. Es preocupante, pero no es nuevo en la práctica. Desde el leninismo está la idea de un enemigo imperial”.
Ciertamente, ambas líneas de acción ha dicho presente en lo que va de 2015. Aquí el repaso:
-Firmas contra el decreto de Obama:
Desde el 19 de marzo, el Ejecutivo activó la campaña dentro y fuera del país para “responder” al decreto firmado por el presidente estadounidense, Barack Obama, en el que declaraba a Venezuela como “una amenaza” y luego de que impusieran sanciones contra siete funcionarios venezolanos acusados de violar DD HH.
Tras una distorsión total de la situación y decir a diestra y siniestra que las sanciones del Gobierno estadounidense atentaban contra el pueblo venezolano en general, la popularidad de Maduro subió ligeramente para ubicarse en 25% en marzo, según una encuesta de Datanálisis. El aumento en la popularidad, se explicaría con que la figura del Presidente se fortaleció entre sus usuales seguidores, por ‘plantarse’ frente a la situación contra el gobierno estadounidense.
-Disputa territorial con Guyana:
La primera semana de julio de 2015, Maduro retrocedió en una disputa limítrofe que mantenía contra Colombia, pero decidió avanzar en la retórica contra Guyana y la Exxon Mobil, por un territorio del Esequibo. El Gobierno venezolano se retractó en la controversia limítrofe al derogar el 7 de julio, la delimitación que había hecho en mayo sobre territorios en el Golfo reclamados por Bogotá y áreas marítimas que administra Guyana.
Si no fuera por el historial del chavismo en este respecto podría convencer la idea del ‘nacionalismo’ que busca imponer la soberanía nacional. Pero durante 15 años han mantenido una actitud pasiva y complaciente lo que ha llevado a expertos en el tema a pensar que al retomar esta diatriba territorial, el Gobierno buscaba desviar la atención de los problemas internos para aglutinar fuerzas del chavismo de cara a las parlamentarias.
-Visita de Felipe González:
Luego de varios intentos por visitar Venezuela, el ex presidente del gobierno español Felipe González, aterrizó en Caracas el 8 de junio, con el fin de actuar como asesor externo de la defensa del líder opositor Leopoldo López, coordinador nacional de Voluntad Popular. Fue recibido por representantes de la Mesa de la Unidad Democrática y una campaña de desprestigio orquestada desde los círculos más poderosos del chavismo.
– Las OLP:
La Operación de Liberación y Protección del Pueblo (OLP) es un nuevo plan que lanzó el Gobierno Nacional con el fin de combatir la delincuencia en zonas de alto índice de criminalidad. Bajo esa operación se realizó la toma de la Cota 905 el 13 de abril, donde detuvieron a más de 100 personas y en la que murieron 16 presuntos delincuentes. Maduro llamó al pueblo a participar en la llamada Operación de Liberación del Pueblo. “Ya basta de bandas criminales”, dijo, luego de 15 años de impunidad y sin acciones concretas para luchar contra uno de los más grandes males que padece el pueblo venezolano.
Una vez más, el Gobierno intenta unir al pueblo frente a un “enemigo” que en este caso son las bandas criminales, que además están constituidas por supuestos paramilitares colombianos, según el Ejecutivo. Colette Capriles opina que esta iniciativa se justifica “porque la gente está desesperada por el tema de la seguridad”.
– El Dakazo alimentario:
Tras meses de escasez de productos, colas, y racionamiento en las compras, a mediados de julio, el Gobierno nacional propuso desviar alimentos de la producción privada a la red pública. La medida, que fue anulada por la Superintendencia Nacional de Gestión Agroalimentaria (Sunagro), a los pocos días de haber sido propuesta, ordenaba a los productores privados a entregar entre 30 y 100% a las llamadas redes públicas: Mercal, Pdval y Mercados Bicentenario. Con esa medida, señalaron como el gran verdugo a la empresa privada alegando que no es capaz de distribuir los productos para que lleguen a todos los venezolanos. De esa forma, el Gobierno se sacudiría la culpa de la escasez.
Pero no es la primera vez que juegan esa carta. Desde 2010, voceros del Estado han tratado de crear la historia de una “guerra económica” en la que ellos son víctimas de empresarios privados y especuladores. El discurso se concentra en repetir una y otra vez, que el Gobierno está siendo atacado por una ofensiva de algunos factores como: la oposición, la burguesía, la derecha, los pelucones, los ricos, Fedecámaras y Estados Unidos, entre otros.
– Alerta de Tsunami:
Cuando el director de Protección Civil y Administración de Desastres, Luis Díaz Curbelo, informó que el volcán submarino Jenny, en la isla de Granada, inició actividad riesgosa, el Gobierno activó una alerta preventiva por presunto peligro de tsunami en las costas venezolanas.
En esta ocasión, Maduro tomó ventaja de un fenómeno natural para dar la impresión de que podía atender una crisis y no sólo en Venezuela sino que se ofreció a dar apoyo en caso de que el Tsunami afectara a algún país caribeño. Carrera expresa que las crisis que el Gobierno aprovecha para cohesionar a sus seguidores, no son reales, sino creadas por ellos mismos. “Eso es de todos los regímenes dictatoriales, esta no es una crisis que sucede, es provocada por los mismos que ocasionan el problema”.
Fuente: Runrunes.