El éxodo de venezolanos es uno de los más duros que ha tenido que presenciar la región latinoamericana. Los migrantes han compartido sus desgarradores testimonios a la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados.
AFP
«Yo no me imaginé que hubiera tanta gente saliendo del país. Que tus hijos dejaran de pensar en jugar para preguntar: ‘Mamá, ¿se acabó la harina? ¿el arroz?», dice una madre migrante que recorre los pasillos de Latinoamérica en busca de un mejor futuro.
Muchos de los refugiados criollos viven en condiciones extremas, y no cuentan con suficientes insumos para sobrevivir a las largas caminatas que implican llegar a sus destinos.
«Ponle tres monitos a tu hijo, porque hace mucho frío, se han muerto niños«, son algunas de las cosas que se escuchan en los grupos movilizados hacia otros países. Cualquier lugar, sin embargo, les resulta más esperanzador que Venezuela.
"Yo nunca imaginé que hubiera tanta gente saliendo del país", dice Isbel, quien se fue de Venezuela con sus hijos cuando ya no podía darles de comer pic.twitter.com/HoIuBms8vD – @ACNURamericas
— Sumarium (@sumariuminfo) September 10, 2019
Redacción Maduradas
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