Dos grandes amigos, quienes en Venezuela se dedicaban al mundo artístico trabajando como payasos, decidieron emigrar para buscar un mejor futuro, dejando atrás a sus familias y aventurándose en lo desconocido.
Se trata de Jorge Luis Castillo, más conocido como el payaso Corilino, tiene 31 años. Kelvin Yepes, quien en el mundo artístico se hace llamar el payaso Remedios, tiene 34, reseñó el sitio web Semana.
Ambos se conocieron hace casi diez años en las calles de Barquisimeto, estado Lara. Se volvieron grandes amigos, como almas gemelas.
Los dos hombres trabajaban para Lecci Torres, que tenía una pequeña empresa de payasos llamada La farmacia del humor. Torres emigró poco después a los Estados Unidos.
A pesar de que ambos comenzaron a surgir en este oficio, no escaparon de la crisis que azota al país, tomando en cuenta que los dos tienen familias qué mantener.
En agosto de este año decidieron empacar e irse. Corilino dejó a su esposa, a sus tres niños y a su mamá. Ellos lo acompañaron hasta el terminal de transporte, allá lloraron y se echaron la bendición. Remedios nunca pensó en seprarase de sus seres queridos. Pero ahí estaba también, dándose un abrazo de despedida con su mamá, una mujer de 74 años de edad discapacitada.
Su travesía para poder cruzar la frontera fue fuerte. No tenían recursos, no tenían donde dormir y pasaron mucho trabajo. Sin embargo, cinco días después, Corilino y Remedios llamaron para reportarse. Habían llegado a Bogotá, Colombia.
Redacción Maduradas con información de Semana
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