Un grupo de refugiados venezolanos crearon una pequeña villa en el basurero municipal de Pacaraima, ciudad de Brasil ubicada en la frontera con Venezuela, donde contienden restos de comida con perros y buitres.
Al menos unos 40 refugiados venezolanos viven en pequeñas casas elaboradas con material de desecho y ocultas en un bosque en medio de ese basurero. Así pudo constatar EFE, que visitó ese lugar situación a 10 kilómetros de distancia de la frontera que divide a ambos países.
A Pacaraima, el único paso en los casi 2.200 kilómetros de frontera terrestre entre Brasil y Venezuela, llegan cada día alrededor de 400 venezolanos que abandonan el país debido a la crisis política, social y económica que afronta.
No obstante, muchos que no tienen recursos para seguir su camino hacia Boa Vista, capital del estado Roraima, se quedan en Pacaraima y sus adyacencias. Esa situación ha originado tensión ante el incremento de la violencia en la región y ha provocado hasta ataques xenófobos.
Aunque los venezolanos en el basurero de Pacaraima dedican su tiempo a rebuscar entre los desechos latas, metales, cartones y otros materiales reciclables que pueden terminar vendidos, también hurgan en busca de comida para su propio consumo.
4,810,443 de venezolanos han dejado el país, 253, 495 de ellos se encuentran en Brasil, donde el gobierno de Jair Bolsonaro ha recibido 129,988 solicitudes de refugios y asilos de connacionales, según indica la última actualización de la Agencia de la ONU para los Refugiados (Acnur), publicada el 5 de febrero de 2020.
Redacción Maduradas con información de EFE.
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