La vida de la exestrella del fútbol, Diego Maradona, terminó el pasado 25 de noviembre en medio de una gran algarabía en su país natal, por su parte de sus seguidores que a pesar de la controversial vida que llevó fuera de la cancha, continúan admirándolo por la genialidad con la que se desempeñó dentro del campo.
A lo largo de su carrera, a pesar de haber terminado en horas tempranas por su abuso con las drogas y el alcohol, logró amasar una fortuna calculada en más de 75 millones de dólares, que no alcanzó a donar como había amenazado, por las disputas familiares. Al contrario, su riqueza y propiedades serán repartidas entre sus hijos y exparejas.
Según reseñó El Tiempo, sus cuentas bancarias comenzaron a llenarse cuando llegó a Italia, en 1987, y se unió al Nápoli. Si bien con el club europeo consiguió cinco títulos, entre ellos la Copa de la UEFA, también obtuvo una boleta de captura por posesión de drogas, por lo que fue esposado y encarcelado en abril de 1991.
Además de su destreza en el fútbol, Maradona logró expandir sus inversiones en varios países. Su casa en Barcelona, adornada con balones brillantes, se encuentra valorada en 10 millones de euros, mientras que su residencia al sur de Nápoles, es de casi mil metros cuadrados.
INVESTIGACIONES
En su paso por Italia, algunas de las ganancias de Maradona llegaron a ser vinculadas con la mafia. Sin embargo, él aseguró que lo único que recibió de la «camorra» italiana fue seguridad. Aunado a ello, negó haber conocido a Pablo Escobar.
Entre las investigaciones iniciadas en su contra, un agente federal reveló a El Tiempo que el número 10 había estado bajo su lupa por sus constantes viajes a Colombia, especialmente Islas del Rosario, donde participaba en fiestas de hasta tres días.
El deportista argentino aunque fue alejado de las canchas por su adicción a las drogas, ésto no le impedía desempeñarse como entrenador. Según indica el medio, volvió a percibir importantes ingresos en el 2018 cuando comenzó a dirigir a Dorados, un equipo de Sinaloa, en México.
Para ese entonces, Maradona ya era reconocido por sus estrechas relaciones con líderes políticos del socialismo, entre ellos los fallecidos expresidentes Hugo Chávez y Fidel Castro. Éste último, lo recibió en Cuba durante cuatro años, donde contaba con inversiones hoteleras, al igual que en Italia.
El admirado exjugador de la selección nacional de Argentina sumó a su carrera la dirección del equipo Al Fujaira, en Dubái, y del club Gimnasia y Esgrima de La Plata, de Buenos Aires.
POSESIONES
Además de sus numerosas residencias, el «Pibe» coleccionó una gran variedad de autos lujosos. En sus comienzos en el Boca Juniors, tuvo un Fiat 128 color amarillo. Posteriormente, la hinchada del equipo Argentinos Juniors le regaló un Mercedes Benz 500.
En Italia, conducía un Ferrari, mientras que al retornar a Argentina en 1995, obtuvo otros dos Ferrari color rojo. Otro que comúnmente utilizaba fue un camión Scania rosa, que cambió por un Porsche negro. Durante su estadía en Dubái, varió con un BMW i8 azul y un Rolls Royce Fantasma gigante.
Redacción Maduradas con información de El Tiempo