Las islas Aruba, Bonaire, Curazao y San Martín han resultado desde hace años muy atractivas para los venezolanos, sobre todo de los estados Falcón y Zulia, por su cercanía con Venezuela. Pero desde el 2014 ha habido un desplazamiento sin precedentes, motivado por la severa crisis del país.
Gerardo González Maldonado, sociólogo de la Universidad Central de Venezuela, es el autor de la investigación De las islas inútiles a las islas útiles: Emigración venezolana a Aruba, Bonaire, Curazao y St. Marteen 2014-2019, en la que resalta cuatro momentos de la migración a estas islas:
1.- Migración de oportunidad, cuyo inicio se ubica en 1995 y extiende a nuestros días, en el que las personas migran para trabajar o para vivir, pues Aruba, Bonaire, Curazao y San Martín son vistas como lugares seguros para ganar en dólares.
2.- Migración estacional, que va desde 2002 hasta 2014, en la que las personas migran por un período determinado para ganar dinero, y no significa un cambio del lugar de residencia permanente.
3.- Migración persistente, que se inicia en 2014 y continúa en 2019, empujada por el deterioro de la crisis económica y política en Venezuela y estimulada por una red migratoria, esto es, por lazos de parentesco, amistad o laborales que conectan a los migrantes en Venezuela con familiares o amigos en las islas que ayudan a su inserción laboral.
4.- Migración forzada, que comienza en 2017 y podría extenderse a 2020, en la que las personas que deciden irse ya no son las habituales (7 de cada 10 venezolanos eran de Falcón y Zulia).
“Migran personas de todas las regiones de Venezuela, y llegan en condiciones de desnutrición y con enfermedades, en busca del trabajo que sea”, señaló González.
Más datos
1.- Luego de quedar devastada por el paso del huracán Irma en septiembre de 2017, numerosos venezolanos llegaron a la isla de San Martín para participar en la reconstrucción. La mano de obra venezolana fue empleada en el área de la construcción, entre ella, mujeres.
2.- El cierre de la frontera con las islas del Caribe sigue propiciando la migración por canales irregulares, es decir, a través de embarcaciones en las que los venezolanos ponen en riesgo sus vidas.
3.- Aruba, Bonaire, Curazao y San Martín se convierten cada vez más en un puente para llegar a otros destinos.
4.- A mediados de 2020, los venezolanos necesitarán una visa para ingresar al Caribe holandés.
Redacción Maduradas con información de El Pitazo
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