Para aclarar el crimen del estilista Mauricio Leal y de su madre, Marleny Hernández, la Fiscalía de Colombia decidió intervenir el celular del hermano e hijo de las víctimas, Jhonier Leal.
El hombre poco a poco fue dando indicios de su responsabilidad en el hecho al preguntar a allegados sobre si, en caso de ser detenido, seguiría siendo el heredero de la fortuna de su hermano.
Además, de esta forma se reveló que tenía un plan B para quitarle la vida a su hermano y darle fuerza a la hipótesis del suicidio.
Al parecer, inicialmente Jhonier buscó asesinar a su madre atacándola con un cuchillo, el corte en la zona umbilical llegó a la columna vertebral y le causó la muerte a la progenitora.
La segunda parte del plan era asesinar a su hermano y modificar la escena para hacerlo ver como un homicidio, de Marleny, y suicidio, de Mauricio.
Pero una conversación telefónica reveló, que el plan B era intentar intoxicarlo con medicamento y los médicos forenses hallaron nueve pastillas de Zopiclona de 7,5 miligramos en el estómago de Mauricio, un medicamento que el estilista solía tomar para dormir.
Además, en la mesa de noche había un frasco vacío de Dovir ibuprofeno de 200 miligramos, que usaba para soportar el dolor que lo afectaba en el abdomen y cuello.
El toxicólogo Ubier Gómez explicó que este medicamento es una mezcla de ibuprofeno e hidrocodona, que es un opioide. “El organismo convierte la hidrocodona en hidromorfona (pariente de la morfina) y combinados, en dosis altas, sí pueden producir depresión respiratoria y muerte».
Los efectos de somnolencia y aturdimiento que aparentemente vivió Mauricio, fueron aprovechados por Jhonier para mover el cuerpo de su madre, limpiar la escena del crimen y obligar a su hermano a escribir la supuesta carta suicida.
Al parecer, las dosis que le dio a Mauricio, a pesar de su baja estatura y contextura delgada, no fueron suficientes para acabar con su vida, por lo que Jhonier usó el cuchillo para matarlo.
Redacción Maduradas con información de El Tiempo.
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