El actor Guillermo García narró los duros momento que vivió como inmigrante en Estados Unidos e aseguró que los venezolanos no merecen el trato que le están dando en el exterior.
Guillermo García (elguillermogarcia)
”Los venezolanos no nos merecemos el trato que no están dando afuera, exceptuando a algunos países. A donde quiera que voy, llevo la frente en alto de que mi país le abrió las puertas al mundo entero”, dijo al periodista Williams Perdomo, del diario El Nacional.
Recordó que Venezuela fue un gran receptor de migrantes que hicieron vida y lograron estabilidad en el país. García fue taxista, trabajó en pizzerías y restaurantes en la ciudad de Los Ángeles, pero aunque le iba bien, no era feliz porque lo que quería era actuar.
“La primera lección que me dejó ser repartidor de comida es que pagan muy mal. Como Uber, fui un buen taxista. Me fue super bien, tenía 4.96 en la puntuación. La gente dejaba en los comentarios que había tenido una buena conversación. Como hago comedia, probaba mis chistes con los pasajeros. Pero te engañaría si te digo que fui feliz. Hubo días en los que estuve muy triste porque lo que quería era actuar”, expresó.
Cuando pensaba que no volvería a la actuación su buen amigo, el actor colombiano Juan Pablo Raba, llegó con una sugerencia para trabajar en la serie Mayans M.C., un spin-off de Hijos de la anarquía, que se estrenó en 2008.
Desde hace una semana se transmite en las cadenas FX y HBO la tercera temporada y García, de 39 años, interpreta al Banquero, un villano, y su esposa, la actriz venezolana Carla Baratta, también participa.
“Lo había visto dos veces. Pero cuando llegué aquí lo llamé. Me dijo que Los Ángeles era muy difícil y que estaba para lo que necesitara. Comenzamos a conversar mucho. En un momento yo tenía una agente, pero pasó un año y medio y me dijo que tenía que soltarme. No tenía carro, no tenía nada y el trabajo en el que estaba era horrible. Estaba en una parada de autobús, llamé a varios amigos y fue imposible tener una reunión con ellos. Le escribí a Juan Pablo y le conté lo que me estaba pasando, y fue la única persona que me dijo: ‘Guille, creo que puedes escribirle a esta persona, tengo una intuición de que se la van a llevar bien’. Así fue. Le estaré eternamente agradecido”, manifestó.
Redacción Maduradas con información de El Nacional
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