Este viernes 12 de agosto, nuevamente el gobierno de Texas envió dos autobuses con 89 migrantes a la ciudad de Nueva York, los cuales se suman a los tres que arribaron el pasado miércoles dentro de la política del gobernador Greg Abbot, de repartir la carga que supone la inmigración.
Los dos autobuses llegaron a la Terminal central (conocida como Port Authority) con 89 inmigrantes a bordo, según dijeron a Efe fuentes de la Alcaldía, que montaron un dispositivo de acogida de emergencia con varias organizaciones benéficas para dirigir a los recién llegados a los albergues públicos.
La mayoría de los migrantes son de nacionalidad venezolana, además de ciudadanos de Perú, México y la República Democrática del Congo; entre los cuales se encuentran familias enteras con niños pequeños, aunque en su mayoría eran hombres solteros.
El alcalde de Nueva York, Eric Adams, manifestó que Nueva York ha dado albergue, desde el pasado mes de mayo, a 5.000 solicitantes de asilo y migrantes, y continuarán haciéndolo pero desean conversar con el presidente Jhon Biden al respecto.
«Hablado con la Casa Blanca para discutir el tema y dejar claro que necesitamos ayuda para superar este momento», dijo.
La llegada de estos inmigrantes ha desatado una nueva batalla entre el demócrata Adams y el gobernador Abbot mediante declaraciones cruzadas: hoy mismo, el alcalde neoyorquino dijo que «poner a alguien en un autobús durante 45 horas sin asistencia médica, sin comida ni agua ni condiciones higiénicas apropiadas, y mandarlos a una ciudad de la que nada conocen, es traumático para cualquiera».
«La forma en que (Abbot) se comporta, sin coordinar el transporte y mandando gente aquí con falsas promesas, es simplemente antiamericana», dijo Adams en una declaración ante los medios.
Horas antes, Abbot había escrito un artículo para la cadena Fox indicando que los migrantes enviados a Nueva York eran pocos.
«Si los alcaldes de la ciudad más poblada de Estados Unidos y la capital de la nación se están quejando por unos pocos miles de emigrantes, imaginen lo que sufren esas pequeñas poblaciones de la frontera con recursos limitados», indicó.
«Texas está tomando una acción sin precedentes para detener el flujo de emigrantes ilegales que crucen la frontera y dañen la forma de vida de nuestros granjeros que trabajan duro», publicó en Twitter.
Redacción Maduradas con información de EFE
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