Estimados amigos:
Antes que nada quiero darles la bienvenida. Tengo la leve impresión de que hasta hace apenas unos días ustedes vivían en otro país, en otro mundo, quizás en otro planeta, por lo cual quiero recibirlos con los brazos abiertos en esta Venezuela de carne y hueso. Me complace saber que desde hace cierto tiempo, ustedes han estado recibiendo una dosis de la misma medicina que el gobierno de Maduro ha estado repartiendo al resto de los venezolanos y que eso los ha hecho tocar tierra.
Siento que es muy bueno, que ustedes, que tanto han defendido este arroz con tamarindo que todavía llaman pomposamente “revolución”, experimenten en carne propia, lo que desde hace 15 años hemos estado experimentando la gran mayoría de los venezolanos: exclusión, censura, maltrato, expulsión, arbitrariedad, avasallamiento, terrorismo mediático, y pare usted de contar.
Leí el comunicado en el que ustedes “emplazan a la Dirección Nacional del Psuv a pronunciarse sobre la arbitraria exclusión de su registro de militantes del Coordinador Nacional de Clase Media Socialista, Carlos Hurtado, así como de los miembros de esta corriente, Nicmer Evans y Heiber Barreto Sánchez” y créanme que sentí mucha pena por ustedes.
Desde que la revolución llegó al poder, en 1998, la mitad de los venezolanos que no votamos por Chávez fuimos “excluidos”, primero por el MVR y luego por el PSUV, pero ustedes reclaman, 15 años después, la exclusión de tres dirigentes del partido, por el simple hecho de que les impidieron “participar en la Elección de los jefes de Círculo de Lucha Popular, a celebrarse este próximo domingo 23 de noviembre”.
Tratando de defender el derecho de esos 3 dirigentes, ustedes apelan a la Declaración de Principios del Libro Rojo del Psuv el cual indica que ese partido debe representar a las “fuerzas revolucionarias de Venezuela, de todas las vertientes del pensamiento revolucionario y socialista”.
Ese mismo documento dice que el Psuv es “un partido respetuoso de la diversidad ideológica, étnica y cultural. Un partido que debata democráticamente y de manera permanente las ideas”.
Camaradas: pienso que si en el PSUV existiera todo eso que dice el famoso libro rojo, no habrían botado como a un perro al ex ministro Héctor Navarro, a quien sacaron por órdenes de Diosdado Cabello. Tampoco habrían aprobado lo que ustedes mismos bautizaron como “Línea Sapo”, un número telefónico para denunciar a los que no están de acuerdo con lo que ocurre en Venezuela.
Si lo que dice ese libro rojo fuera cierto, no les habrían saboteado el foro que ustedes hicieron en Parque Central para discutir propuestas ante la “crisis” que vive el país el cual fue interrumpido por los cortes de electricidad ordenados por Ernesto Villegas.
Camaradas: no sientan pena. Ha llegado la hora de saltar la talanquera. Hay muchos partidos en la MUD que los recibirán con los brazos abiertos. Incluso, es posible que hasta les den una “vicepresidencia” como se la dieron al diputado William Ojeda.
Un consejo para ustedes: pídanle a Nicmer Evans, la figura más mediática que tiene Marea Socialista, que se defina: o es marisco o es molusco.
El 18 de octubre de 2013 el señor Evans dijo que “no menos que reconocer y felicitar el discurso pronunciado por el Presidente Nicolás Maduro es lo que debemos hacer hoy, quienes aspiramos la continuidad y avance del proyecto político iniciado por el Presidente Chávez.
He de observar una extraordinaria coincidencia entre los temas que motivan la Ley Habilitante y los que un grupo de ciudadanos comprometidos con el socialismo hemos venido expresando de manera enfática en los últimos dos años”.
El Domingo 10 de noviembre de 2013, el señor Evans alabó el “dakazo” de Nicolás Maduro: “Las medidas administrativas tomadas por el gobierno del Presidente Maduro no sólo son acertadas sino también pertinentes”.
El 29 de diciembre 2013, el señor Evans, dijo que “apenas Nicolás Maduro llegó al Gobierno, se reunió con los dueños de medios y empresas como la Polar de Lorenzo Mendoza. Abrió un compás de diálogo con sectores no partidistas pero de oposición económica y comunicacional que generó grandes expectativas”.
Evans dijo que “esta presidencia (la de Maduro) fue un matrimonio que empezó peleado desde la misma noche de la elección, y esta reunión es el gesto que le dará a Maduro la luna de miel que le faltó al inicio de su Gobierno”.
Pero eso no es todo. Nicmer Evans dijo a Ultimas Noticias que “el 14 de abril voté por Maduro porque Chávez me lo pidió. Hoy votaría por él porque creo que, con sus errores y aciertos, ha demostrado tener la capacidad de mantener la gobernabilidad en el país, y eso ha sorprendido a propios y ajenos. Ha generado acciones que han puesto totalmente fuera de base a los sectores más radicales de la oposición venezolana, como esta reunión con los alcaldes”.
Hace un año, Maduro era para el señor Evans, algo así como la reencarnación de Chávez. Hoy día, Evans no para de criticar a Maduro, lo cual es muy bueno. ¿Qué fue lo que pasó? ¿Maduro no le dio lo que estaba pidiendo? ¿O fue que al señor Evans se le pasó, por fin, el “mareo” socialista?
Escrito por Gustavo Azócar Alcalá
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