Sandra Hernández es una mujer de 30 años, madre de dos: uno de 8 y otro de 12 años de edad. Es además, la esposa de uno de los funcionarios de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) que se alzaron en la Comandancia General de Cotiza en enero del año en curso.
La Patilla- Captura
El nombre del esposo de Sandra es Luis Alexander Bandres Figueroa, quien hoy en día se encuentra en la cárcel militar de Ramo Verde.
Hernández manifestó sentirse “arrepentida” de no haber apoyado más a su esposo cuando se quejaba del régimen de Nicolás Maduro y, cuando lo visita en la cárcel, le ha expresado este sentir.
“Perdóname por no haberte tenido fe”, son las palabras que la venezolana le repite a su esposo.
Ella se encontraba en Altagracia de Orituco (estado Guárico) por el fallecimiento de un familiar cuando su esposo le informó sobre la acción que había tomado con sus compañeros.
“Tienes que esconderte, irte. No salgas hasta que diga que ya puedes regresar”, expresó Bandres en una llamada telefónica que le realizó a su esposa antes de actuar.
15 días después tuvieron información del GNB y fue cuando lo trasladaron de la sede de la Dirección General de Inteligencia Militar (Dgcim) a Ramo Verde.
Sandra aseguró a La Patilla que todos en su familia padecen la ausencia de Bandres, pero, a pesar del pesimismo, ella tiene esperanzas de que la situación cambie para ellos.
Redacción Maduradas con información de La Patilla
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