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¡EL CÁNCER DE LA PATRIA! «Nuestros pacientes están muriendo, no es una mentira»

En Venezuela no es suficiente el padecimiento que implica ser diagnosticado con una de las enfermedades más sagaces, pues resulta que los enfermos de cáncer, así como sus familiares y médicos, deben atravesar el calvario de buscar, sin ninguna esperanza, medicinas; acomodarse en espacios inadecuados o turnarse los escasos y maltrechos equipos para tratarse… ¡Solo es posible en socialismo!

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En Ciudad Guayana el drama se acentúa: no hay unidades públicas de radioterapia, y entre 20 y 24 pacientes son tratados en el Banco de Sangre del hospital de Guaiparo, aunque esta carezca de condiciones para tal función.

Los últimos dos años de Luzmila Mendoza han transcurrido entre los pasillos del Banco de Sangre del Hospital Dr. Raúl Leoni, de Guaiparo: su hermano padece de melodisplacia y es ahí donde recibe su tratamiento.

No es fácil ver el deterioro progresivo de un ser querido, pero es peor cuando la culpa de la involución de la enfermedad es del Estado, pues hace dos meses que el hermano de Luzmila no recibe tratamiento porque “no hay, está escaso”.

“Nuestros pacientes están muriendo, no es una mentira. Aquí estamos mal, hay muchas necesidades y quien paga es el paciente. Vemos cómo se va deteriorando su salud, nadie soluciona esta situación”, expresa.

Los pacientes deben llevar el informe médico hasta la farmacia del hospital para que les entreguen el tratamiento para hacer la quimioterapia. Luzmila, por ejemplo, va cada 21 días, lapso que corresponde al ciclo de su hermano, y tiene dos meses que no recibe el medicamento.

“Me dijeron que llegaba este miércoles. Ha sufrido un retroceso, y si no llega este miércoles nos tocará esperar lo peor, porque ya no sabemos adónde buscar ese medicamento. Esos tratamientos son costosos y nosotros no tenemos el dinero para hacerlos en centros privados. Estamos angustiados”, manifiesta.

La Sociedad Venezolana de Salud Pública informó en mayo que 16 principios activos de los 26 fármacos más importantes para tratar a personas con cáncer estaban escasos; en Ciudad Guayana las carencias se intensifican: algunos medicamentos que no se consiguen son: solución 009, Granosan y Metrotexate, utilizado para tratar leucemias, entre otros.

Pocas opciones para tratar el cáncer

El área donde reciben quimioterapia los pacientes oncológicos está ubicada dentro del Banco de Sangre, al frente de la Emergencia del Hospital Dr. Raúl Leoni de Guaiparo; y aunque no es apto, allí se atienden entre 20 a 24 enfermos al día.

Luzmila se queja porque el coulter, equipo del servicio de hematología utilizado para análisis de sangre, medición de plaquetas y glóbulos blancos y rojos se lo llevaron al hospital porque el de allá se dañó y necesitaban uno.

“Nos dejaron sin el equipo, estamos en el aire, porque no es como antes que nuestros donantes podían venir tranquilos, ahora hay que madrugar, agarrar un número a ver si ese día pueden donar, porque ahora deben enviar la sangre a Guaiparo para que la analicen. Así se tarda más”, explica Luzmila.

Hematología completa, conteo de glóbulos y otros análisis deben hacerse cada vez que se aplica el tratamiento a los pacientes. Los familiares han optado por llevar las muestras a laboratorios y clínicas privadas; luego, regresar con los resultados al centro asistencial.

El área para pacientes oncológicos del Banco de Sangre de Guaiparo tiene apenas cinco butacas. El resto de los pacientes debe recibir el tratamiento en sillas de plásticos. Un enfermo que recibe quimioterapias debe estar en un sitio confortable.

Es un espacio reducido. En un anexo, las enfermeras preparan el tratamiento sin las condiciones que se necesitan para un procedimiento tan delicado; la pequeña habitación no tiene extractor de aire, ni lámpara de flujo laminado.

En el caso del Hospital Uyapar, en Puerto Ordaz, hay 12 butacas para recibir quimioterapias. Tienen deficiencias en algunos productos, pero se negaron a especificar “porque no estaban autorizados para declarar”.

Déficit en muchas áreas

En el Banco de Sangre requieren personal para atender la demanda de personas que donan a enfermos de cáncer. Debería haber siete bioanalistas y, en cambio, hay dos trabajando en el lugar: son 30 pacientes que ingresan a diario para donar, cuando deberían atender al menos 50 personas.

Oswaldo Carrasquel, hematólogo, jefe de servicio del Banco de Sangre, señala que están al tanto sobre el déficit en los medicamentos, esperan una reunión con la directora del hospital en los próximos días, cuando se reintegre porque está de reposo.

En cuanto al equipo coulter, están esperando que sea reparado el del hospital para que sea regresado al Banco de Sangre. “Es que no se encuentran los repuestos del otro equipo, y estamos tratando de solventar entre todos”.

Otra de las quejas de familiares y pacientes es el baño: hay un solo sanitario para todos, lo que supone un riesgo para los enfermos que no tienen las condiciones de salud óptimas.
Sin servicio público de radioterapia

En Ciudad Guayana no existe servicio público de radioterapia. La Unidad de Radioterapia del Rotary San Félix está cerrada desde hace más de un año.

El acelerador lineal se dañó por las variaciones de temperatura. Hace tres meses llegó uno nuevo de Estados Unidos donado por la Gobernación del estado Bolívar, CVG Venalum y CVG Internacional.

La pieza fue instalada, pero al intentar poner en funcionamiento el equipo notaron que vino dañada. Como tiene garantía, la regresaron y están esperando la nueva para instalarla. Estiman que en un mes podría estar en Guayana, reporta Correo del Caroní.

Elitac es el único centro privado que ofrece servicio de radioterapia en el suroriente del país, y el único del municipio Caroní. En Ciudad Bolívar, municipio Heres, está operativo la unidad pública.

El director de Elitac, Manuel Yánez, explica que a diario atienden a 100 personas. El costo varía de acuerdo con la necesidad del paciente; sin embargo, reciben a enfermos de pocos recursos.

“Nosotros esperamos que el Estado mejore en servicio en los centros públicos de salud, porque nosotros no tenemos capacidad para cubrir la demanda”, expresa Yánez.

En el centro han tenido que redoblar turnos para poder atender a los enfermos que van a la radioterapia. Yánez dijo que también cuenta con servicio de quimioterapias, con 20 butacas y todos los permisos sanitarios que exige la ley.

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