Los jóvenes Enmanuel David Janzen, de 16 años de edad, y Kaína Machado, de 14, llamaron al menos en 7 oportunidades al servicio de emergencias 911 el día que se extraviaron en El Ávila, cuando intentaban refugiarse de una fuerte lluvia.
Foto: El Pitazo.
De acuerdo a NTN24, de las siete llamadas realizadas, solo lograron comunicarse en dos ocasiones con un operador, sin embargo, no recibieron respuestas sino burlas y malos tratos.
En una oportunidad la respuesta fue: “Vamos a ver qué hacemos”, restando importancia al reporte de extravío realizado por los adolescentes, que con suerte lograron salir con vida tras ser localizados 6 días después.
En la segunda llamada la cosa no marchó mucho mejor, el operador pensó que se trataba de una broma pesada y soltó una carcajada: «No estamos para chistes», dijo y luego colgó.
Ante la indiferencia de las autoridades, el joven llamó a su abuelo y fue quien finalmente alertó a los bomberos forestales que iniciaron la búsqueda y encabezaron el rescate junto a montañistas profesionales y miembros de Protección Civil.
Es realmente preocupante y repudiable la indiferencia e irresponsabilidad de los funcionarios del servicio 911, a cargo del gobierno nacional, quienes ignoraron por completo la grave denuncia de los menores mientras estos luchaban por su vida en la montaña, y no activaron un protocolo inmediato de búsqueda como corresponde.
¿Qué hubiera pasado si el joven no hubiera logrado comunicarse con su abuelo? ¿Qué hubiera ocurrido si estos adolescentes no hubieran salido con vida? ¿Asumiría este organismo su responsabilidad?
El gobierno le debe una respuesta a los venezolanos.
Redacción Maduradas.