El contralor Manuel Galindo, entregó este mes a la Asamblea Nacional el informe de gestión 2014 donde puntualizó las irregularidades que encontró en medio de las auditorias. Entre ellas, consiguió irregularidades en el proceso de solicitud y pago de divisas entre la CVG y el Banco de Comercio Exterior, las cuales se pusieron en marcha para la importación de maquinarias para pequeñas y medianas industrias (PYMI).
La Contraloría, en su informe, aseveró que se encontró con una empresa, la cual tenía «el deber formal de presentar la declaración de Impuesto Sobre la Renta (ISLR)», pero que no lo hizo «en los años 2010, 2011 y 2012»; y sin embargo «obtuvo los certificados PYMI» y además «efectuó solicitudes para el Sistema de Adquisición de Suministros Industriales (SASI) por US$ 2.750.527,50 con los referidos certificados».
El organismo reveló que a 12 PYMI, las cuales no identificó, les fueron entregadas entre 2010, 2011 y 2012, 24.243.659,52 dólares, aún cuando «no se evidenció el Certificado Nacional otorgado por Inapymi (Instituto para el Desarrollo de la Pequeña y Mediana Industria) de pequeña y mediana industria, sino el certificado de afiliación a Fedeindustria».
A otras cinco empresas, las cuales formaban parte de un grupo de once, cuyos certificados presentaban un vencimiento de entre 12 días y ocho años, recibieron divisas por US$ 18.295.321,44 entre 2011 y 2012; y las seis restantes recibieron más de 10 millones pese a que obtuvieron el documento antes «de la fecha de la transferencia» de los fondos.
La posibilidad de sancionar a los responsables de estas empresas y a quienes le entregaron los dólares obviando las situaciones arriba mencionadas luce lejana. ¿La razón?
«El expediente de dicha empresa se extravió en la mudanza de los archivos del Inapymi, lo cual se hizo constar en acta de fecha 8 de julio de 2013», reportó el organismo encargado de velar por el buen uso de los fondos públicos en su informe a los legisladores.
Los auditores se trasladaron hasta algunas de las empresas que recibieron divisas y en dos de ellas encontraron con que las mismas de poco sirvieron, pues aunque ciertamente importaron las maquinarias que dijeron que iban a adquirir en el exterior las mismas estaban «inoperativas debido a falta de insumos de producción nacional (plástico y aluminio) para su puesta en marcha».
En el reporte la Contraloría recomendó a CVG Internacional y Bancoex reforzar su sistema de control interno, «de modo que permita monitorear las operaciones desde la entrega de las divisas, recepción de los bienes adquiridos e inclusive hasta, por ejemplo, la operatividad de la maquinaria y/o producto elaborado o semielaborado, según el caso».
Las observaciones no son para menos, pues a finales de 2013 el entonces ministro del Interior, Miguel Rodríguez, dijo que el 40% de las empresas que recibieron dólares o euros para importar eran «de maletín».
Con información de El Universal.