Agobiada por la sequía de divisas petroleras y por una crisis de inflación, escasez y déficit fiscal, Venezuela busca obtener dinero fresco a cambio de fuertes rebajas a sus deudores petroleros, de empeñar el oro de sus reservas y vender activos.
En los últimos meses, el gobierno de Nicolás Maduro pactó miles de millones de dólares en quitas de deuda, a cambio de cobrar el resto en efectivo de inmediato.
Venezuela redujo así la deuda petrolera con Jamaica y Dominicana por 2,000 y 1,500 millones de dólares respectivamente, mientras que con Uruguay acordó una quita de 38% a la deuda de 400 millones de dólares de la estatal Ancap.
Además, ejecutó un “swap” de parte de las reservas de oro del país por unos 1,500 millones de dólares con la banca internacional y emitió deuda y gestionó préstamos por otros 2,500 millones de dólares a través de Citgo, filial de refinación en Estados Unidos de la estatal Petróleos de Venezuela.
“Esto luce suicida, el gobierno de Maduro sencillamente está quemando activos para llegar a 2016, sin un plan de ajuste económico e incluso con algunas transacciones poco claras con activos petroleros”, afirmó el economista Orlando Ochoa.
Venezuela realizará en diciembre de 2015 cruciales elecciones legislativas, que por primera vez desde 1999 podría ganar la oposición, según los sondeos.
Pero no obstante la penosa situación económica, analistas y líderes de oposición coinciden en que el gobierno no ejecuta los correctivos correspondientes por temor al costo político de cara a los comicios de este año.
“Pero para 2016 ya no hay posibilidad de vender activos salvo Citgo”, advirtió Ochoa, al evocar que ya este año Venezuela concretó la venta de la refinería Chalmette en Estados Unidos, de la que PDVSA y Exxon Mobil compartían la propiedad y por la que ambos cobrarán unos 330 millones de dólares.
Estas ventas apresuradas de activos y títulos de deuda se han combinado con un drástico recorte de importaciones de casi 50% entre este año y 2013, al tiempo que el gobierno incurría en default comercial con proveedores internacionales de bienes y servicios, como compañías aéreas.
Y en tiempos de abrupta caída del precio del petróleo, ello sirvió para seguir haciendo frente a las obligaciones de deuda soberana y de PDVSA, una prioridad para el gobierno chavista desde que llegó al poder.
En lo que resta de 2015, según cálculos privados, Venezuela tiene que afrontar compromisos de deuda por al menos 6,000 millones de dólares entre capital e intereses.
Asdrúbal Oliveros, director de la firma Ecoanalítica, advierte que con un precio del petróleo a 47 dólares por barril en 2015, Venezuela tiene un déficit en divisas de unos 23,000 millones de dólares para este año.
La caída del precio del petróleo este año ha reducido a la mitad los ingresos de Venezuela, que obtiene 96% de sus divisas de las exportaciones petroleras.
A la fecha, la cesta petrolera venezolana se cotiza a 49,79 dólares por barril, mientras que las reservas internacionales se ubican en 15,391 millones de dólares, 25% menos que hace un año.
El gobierno de Maduro en 2015 sólo ha conseguido “unos 8,000 millones de dolares entre Citgo, las deudas de Petrocaribe y el canje del oro”, comentó Oliveros.
“El faltante podría cubrirse con préstamos bilaterales de China -a la que Venezuela vende petróleo a futuro y adeuda decenas de miles de millones de dólares- y con más recortes de importaciones, lo que distorsionará aún más la escasez y la inflación”, explicó.
Cálculos independientes estiman la inflación en Venezuela en al menos 108% en el lapso entre junio 2014 a junio 2015 (el gobierno venezolano no ha divulgado cifras oficiales este año). Asimismo la escasez llega casi a 60% en Caracas, según encuestadoras.
“Venezuela tendrá que pedir de nuevo dinero a China y hacer otras operaciones con el oro en lo que resta de 2015”, coincidió por su parte el economista Luis Oliveros.
“Y sentarse a negociar con los socios petroleros para vender participaciones en empresas de la Faja Petrolífera del Orinoco (sur de país, la reserva petrolera más grande del planeta), mejorando el entorno económico para los privados”, agregó.
AFP / El Nuevo Herald.