La crisis política y la inseguridad en Venezuela han originado un éxodo hacia el exterior, en particular en los últimos 16 años, pero se ha agudizado desde que Nicolás Maduro llegó a la Presidencia, en 2012. La Fundación Venezuela Awareness, con sede en Miami, procesa un promedio de 5 correos y llamadas diarias de venezolanos que piden asilo por razones políticas, de inseguridad y económicas, reseña El Nacional.
El boletín más reciente del Departamento de Inmigración de Estados Unidos informa que cambiaron el método de fijar las fechas para las entrevistas de asilo, aumentaron de 40 a 80 el personal para atender a venezolanos y resuelven los casos que datan de 2013.
“La alta inmigración de venezolanos registrada en 2014 por la situación política, que incluye una alta cifra de perseguidos políticos, no se ha detenido en 2015. Cientos de familias abandonan Venezuela en búsqueda de protección o por la falta de libertades, ya que se sienten asfixiados por un sistema represivo que les arranca el ejercicio de sus derechos civiles. Los derechos humanos no se respetan, nadie esta a salvo”, señaló la directora de Derechos Humanos de Venezuela Awareness, Patricia Andrade.
La abogada venezolana relató: “En 2015 me ha sorprendido cómo padres de familia me contactan angustiados porque necesitan sacar a sus hijos jóvenes de Venezuela o cómo los enviaron solos al exterior como una medida desesperada para protegerles sus vidas, pues están sufriendo persecución política por haber participado en las protestas de 2014”.
“Pedro Pan venezolano”.
Las personas piden información sobre los requisitos para el asilo en Estados Unidos. Sin embargo, Andrade encontró otros detalles: “Me preguntan dónde pueden sus hijos obtener ayuda psicológica. Hay sobrevivientes de tortura que enfrentan síntomas como ansiedad, síndrome de stress postraumático. La persecución no ha cesado; al contrario, se mantiene. Este fenómeno parecido al ‘Pedro Pan cubano’, no lo habíamos registrado hasta ahora”.
Al llegar Fidel Castro al poder se activó la “Operación Peter Pan”, que a través de una organización en Miami sacaba a los niños de Cuba y luego los reubicaba en familias en La Florida y otros estados norteamericanos.
“Sí es posible hablar de ‘Pedro Pan venezolano’ porque los jóvenes están saliendo de Venezuela sin sus padres, como los niños o adolescentes cubanos. Es un Peter Pan venezolano con variantes. No hay una organización en el exterior, solo solidaridad de amigos, familiares o conocidos que se comprometen a recibir al joven venezolano que es perseguido político por haber participado en protestas en 2014 y a la fecha de hoy. Peter Pan en Cuba solo sacaba a los niños para evitar que crecieran en el sistema castrista, sin libertades, no eran perseguidos políticos como los jóvenes venezolanos”, precisó Andrade.
Venezuela Awareness ofrece gratuitamente información de carácter educativo en su web sobre procesos migratorios, más allá de los casos de asilo. El teléfono es 305 559 6244 y atiende de 10:00 am a 4:00 pm de lunes a viernes. En la página web de la ONG pueden leerse trabajos sobre la lista de presos políticos, desde 2003 hasta 2015, y un reportaje sobre la tortura en el asilo político, entre otros.
“La Fundación no es financiada por la CIA ni por el Departamento de Estado, es voluntario. No es un trabajo fácil y por ser voluntario se le pone corazón, pero desgasta escuchar historias tan duras. La separación familiar en Venezuela, que pasa a ciegas ante la rutina, es algo alarmante y duro”, afirmó Andrade.
La causa más recurrente es la “persecución política”, o lo que Andrade llama “el miedo a ir preso, el miedo a morir asesinado por su posición política y que sea manipulado como una muerte por el hampa”.
A Venezuela Awareness le preocupa la situación del país porque las persecuciones políticas se extienden al grupo familiar de los jóvenes que, por ejemplo, protestaron en 2014. “Si el perseguido político tiene hijos, las amenazas a veces alcanzan a los hijos menores, por lo que familias completas emigran y así gestionan el asilo como grupo. Hay otros casos difíciles porque los hijos menores son los perseguidos y no pueden enviarlos solos. A veces son hijos mayores de edad que quieren emigrar y salir con los hermanos menores y que los padres emigren en el futuro, lo que dificulta el asilo político porque hay menores de edad sin sus padres”, indicó.
Aclaró que la inseguridad o la situación económica del país no califican para el asilo.
El Dato
Una zuliana de 18 años de edad relató a Venezuela Awareness que están en peligro por ser opositores al gobierno: “Por protestar en el municipio San Francisco los colectivos armados (Tupamaros) nos golpearon, nos montaron y nos llevaron para un monte y nos dejaron tirados. A mi madre, en lo que va de año, le quitan una suma de dinero de 100.000 bolívares para dejarnos tranquilos y si no pagamos nos dan golpes o amenazan de muerte; ya van tres. Denunciamos en Polizulia y no hacen nada”.