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“Enemistad con Dios”, el delito por el que han ahorcado a manifestantes iraníes y alarma al mundo

Por el delito de “Enemistad contra dios”, han sido ahorcadas dos personas luego de participar en las protestas que se llevaron a cabo en la República Islámica de Irán por la muerte de Mahsa Amini tras ser detenida por la Policía de la moral por no llevar bien puesto el velo islámico el pasado mes de septiembre.

AFP

 Luego del inicio de las protestas los manifestantes solicitaron el fin de la República Islámica fundada por el ayatolá Ruholá Jomeiní en 1979; en el cual más de 400 personas han perdido la vida y otras miles han sido detenidas.

Las autoridades iraníes han comenzado a ejecutar a manifestantes para tratar de controlar las movilizaciones protagonizadas en su mayoría por jóvenes y mujeres, que piden más libertades.

El principal delito del que se ha acusado a los dos ejecutados a muerte hasta ahora y a otros nueve presos que están en el corredor de la muerte es “moharebe”, que se puede traducir como “enemistad contra dios“, “enemistad con dios“ o “guerra contra dios”.

El clérigo Yalal Mohebí, en el santuario Saleh del norte de Teherán, explicó a EFE, que los delitos a los que acusan a los manifestantes es por romper la ley sharía.

“El islam dice que ‘mohareb’ -la persona que comete ‘moharebe’- es aquel que viola la ley divina y celestial, que es la sharía”, explicó.

“La ley humana puede contener errores, porque el ser humano puede cometer errores, pero Dios no”, continuó.

En un plano más terrenal, Mohebí define como “mohareb” a quien “ataca a otras seres humanos, bloquea calles o plazas, organiza disturbios y crea el terror y la inseguridad entre la población” y así aparece en el artículo 279 del Código Penal Islámico del país persa.

Esos son los delitos por los que fue ejecutado el joven de 23 años Mohsen Shekari el 8 de diciembre, en la primera ejecución de una persona por participar en las protestas, debido a que según la policía irani el joven hirió con un cuchillo a un basiji -miliciano islámico-, quien necesitó 13 puntos de sutura, bloqueó una calle y creó el terror en Teherán.

Esa ejecución provocó una oleada de críticas internacionales, además de por las dudas del acelerado proceso judicial, por el ahorcamiento de una persona por herir a otra, pero ese es el castigo previsto para los “mohareb” en la legislación iraní y que Mohebí defiende como “adecuado”.

Mohebí explicó que los castigos que recoge el Código Penal iraní en su artículo 282 para los “mohareb”,son matarlos, o ahorcarlos, cortarles la mano derecha y el pie izquierdo o al revés, o el destierro”, 

Solo cuatro días más tarde de la primera ejecución, fue ahorcado públicamente Majid Reza Rahnavard, también de 23 años, por el presunto asesinato de dos basijis en Mashad (noreste), tras ser condenado en un juicio de un día por “enemistad contra dios“.

La ejecución pública es un procedimiento que había caído en desuso en los últimos años en Irán en un intento por mejorar la imagen del país, uno de los principales del mundo en la aplicación de la pena de muerte, con 314 ejecuciones -la mayoría por delitos de drogas- en 2021.

Redacción Maduradas con información de EFE

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