En el año 2017 Nicolás Maduro ordenó la detención de seis ejectuvos de Citgo corrupción y encerrados en la Dirección General de Contrainteligencia Militar (Dgcim), generando una ofensiva diplomática de la Casa Blanca que fue rechazada por Maduro.
EFE-AFP
De acuerdo con lo reseñado por Infobae, pocos días antes de asumir la presidencia de Argentina, Alberto Fernández recibió un pedido desde DC que se formulaba en nombre del presidente de EEUU, Donald Trump.
La Casa Blanca le pidió a Fernández que obtuviera la libertad de los seis ejecutivos de Citgo: José Luis Zambrano, Alirio Zambrano, Jorge Toledo, Tomeu Vadell, Gustavo Cárdenas y José Pereira.
El argentino decidió colaborar, pero no prometió resultados, pues no confía en Maduro ni en su perspectiva de la política y del poder.
Este pedido era la prueba evidente del fracaso de la Operación Guaidó. Durante meses, Washington había apostado al Grupo de Lima y al presidente interino, Juan Guaidó, para forzar una transición democrática en Venezuela.
Finalmente Trump y su staff debían solicitar a Fernández que usara sus contactos con Caracas para terminar con la crisis de los ejecutivos de Citgo. Fernández no comparte la lógica diplomática del Grupo de Lima y tampoco le gusta el rol político de Guaidó, pero entendió el alcance pragmático del pedido que llegó de Washington y avanzó en un terreno inexplorado y con múltiples acechanzas.
La Casa Blanca le pidió a Fernández ejecutar una gestión secreta ante Maduro -no importa su resultado final- es un indicio de colaboración bilateral que se puede retribuir con un apoyo sin condiciones a la negociación de la deuda externa con el Fondo Monetario Internacional (FMI).
Redacción Maduradas con información de Infobae
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