Los primeros ministros de Curazao y Aruba expresaron este lunes su preocupación por el cierre de las fronteras aéreas y marítimas con Venezuela y el aparente silencio y falta de interés del Gobierno de Nicolás Maduro por llegar a un acuerdo.
El primer ministro de Curazao, Eugene Rhuggenaath, dijo a través de un comunicado que es hora de hacerse la pregunta de la razón por la que el país suramericano tomó la decisión del cierre de fronteras con estas dos islas y Bonaire, territorios ligados político-administrativamente a los Países Bajos.
«Seguiremos explicando la urgencia de la situación a través de los canales diplomáticos y también señalaremos la urgencia de formalizar el acuerdo alcanzado hace dos semanas», resaltó Rhuggenaath.
Recordó además que una reunión acordada para el jueves pasado entre los representantes de estas tres islas y Venezuela para continuar discutiendo medidas para combatir el contrabando de metales desde el país suramericano fue cancelada por las autoridades de Caracas sin explicación.
Rhuggenaath indicó que la retención del petrolero panameño Proteo en la bahía de Bullenbaai con un cargamento de crudo venezolano debido a las deudas reclamadas por varias compañías navieras puede estar detrás de la decisión de Caracas, aunque dejó claro que esa medida estuvo fuera del control de las autoridades locales.
«Si hay otras razones para el cierre de las fronteras es importante que se sepa ahora. No podemos pensar en ninguna otra razón. Curazao no tiene nada que ver con la incautación de petroleros, ya que en nuestro estado constitucional las empresas tienen la opción de apoderarse de las propiedades si es necesario para exigir un pago», matizó Rhuggenaath.
El pasado día 10, las autoridades portuarias de Curazao informaron de que no se permitió partir al petrolero siguiendo las reclamaciones de varias compañías navieras internacionales que exigen 30 millones de dólares estadounidenses a Petróleos de Venezuela (PDVSA) por supuestas facturas pendientes de pagarse.
«Hacemos el mayor esfuerzo para ponernos en contacto con las autoridades de Caracas y ofrecerles una solución», indicó por sus parte el primer Ministro de Aruba, Evelyn Wever-Croes.
Los dos dirigentes aconsejan a los ciudadanos de sus territorios que no viajen por el momento a Venezuela, lo que confirma la postura de los Países Bajos, que ya emitieron una advertencia en ese sentido el año pasado.
A principios de mes, el vicepresidente de Venezuela, Tareck el Aissami, anunció la extensión del cierre de comunicaciones con Aruba, Curazao y Bonaire hasta que no se concreten con las autoridades de estas islas caribeñas medidas que combatan a las mafias, que según el Gobierno de Venezuela perjudican gravemente a su economía.
El pasado día 5, el jefe de Estado venezolano anunció el cierre, por 72 horas, de las comunicaciones del país petrolero con estas islas caribeñas para poner en marcha un operativo que acabe con los contrabandistas «que le dañan la economía a Venezuela».
Maduro se quejó de que las autoridades de estas islas no hayan respondido a las repetidas advertencias de Caracas, y las emplazó a que «tomen medidas que hemos exigido durante más de dos años».
Con información de EFE
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