Luis Rodríguez, obrero venezolano de 21 años, fue multado por el gobierno de Trinidad y Tobago por haber ingresado ilegalmente al territorio isleño.
En este contexto, las autoridades informaron que Rodríguez tendrá que pagar una multa de 2.500 dólares trinitenses en un plazo de 45 días.
Ante la decisión tomada por la magistrada de Puerto España, Sarah Da Silva, se declaró culpable y confesó que hizo esto para poder adquirir dinero y mantener a su hijo de un año.
Además, pidió clemencia a la jueza porque “no tenía comida” en Venezuela y que llegó a la isla a trabajar para enviar dinero a la madre de su hijo que se encuentra en Colombia.
Tras esto, Da Silva confesó que prefirió “violar las leyes” y multarlo en lugar de enviarlo directamente a inmigración para proceder en su deportación.
Vale destacar que el caso de Rodríguez fue conocido porque la jueza acudió a la Unidad de Control de Inmigración en Henry Street, Puerto España, para pedirle sus papeles de permiso.
Redacción Maduradas con información de Newsday.
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