Las calles de Maracaibo (Zulia), otrora bulliciosas, ahora presentan un panorama desolador. Casas abandonadas, muchas de ellas con signos evidentes de desmantelamiento, salpican el paisaje urbano.
Techos y ventanas arrancados, convertidos en chatarra para su venta, son un triste testimonio del éxodo masivo que ha sufrido la ciudad. Los barrios que alguna vez fueron el corazón de la clase media ahora lucen desolados, con carteles de «se vende» en casi cada esquina y patios invadidos por la maleza.
Ese es el panorama relatado por medio de un extenso reportaje realizado por el diario estadounidense The New York Times.
El medio detalló que la ausencia de vida es palpable. El tráfico vehicular se ha reducido drásticamente, y la delincuencia, aunque presente, ha disminuido considerablemente ante la falta de bienes que robar.
Las tradicionales cenas navideñas, antes llenas de risas y conversaciones familiares, se han transformado en solitarios encuentros virtuales a través de las pantallas. Esta sensación de vacío se ha apoderado de la ciudad, dejando una profunda huella en sus habitantes. Todo, como consecuencia de la diáspora. Venezolanos que huyen de la crisis económica provocada por el chavismo en los últimos años.
DIÁSPORA VENEZOLANA
La crisis económica y política de Venezuela ha desencadenado una de las mayores migraciones de la historia reciente de América Latina.
Millones de venezolanos han huido en busca de una vida mejor, dejando atrás sus hogares y sus seres queridos, se estima que cerca de ocho millones de personas.
Maracaibo, la segunda ciudad más grande del país, ha sido especialmente afectada por este éxodo, perdiendo casi la mitad de su población en pocos años.
Redacción Maduradas con información de EFE y The New York Times
Temas relacionados:
Conectividad en Venezuela cayó a menos de 20% como consecuencia del apagón