Aunque el Psuv recibió apoyo para ganar presidenciales en 2013 y las regionales de este año; ahora, a esos aliados se les pretende negar que presentes sus propias opciones en las elecciones municipales del próximo 10 de diciembre.
Foto: AVN
Para muestra, la candidatura de Eduardo Samán, quien estaba respaldado por el MEP, PPT y PCV, fue retirada el pasado 9 de noviembre. Le negaron competir contra la candidata psuvista para el municipio Libertador, Érika Farías.
Otro que recibió un espaldarazo fue Oswaldo Rivero, del programa Zurda Conducta, quien era apoyado por el Movimiento Tupamaros: “ya no soy candidato. No decliné; me quitaron la postulación del partido que me apoyaba. ¿Por qué? Que respondan ellos, yo sigo en las calles”, dijo al enterarse de que ya no era uno de los aspirantes a alcalde.
Youl Jabour, fue otro que presentó trabas en el Consejo Nacional Electoral (CNE) del estado Mérida, cuando intentó presentar su candidatura para el municipio Cardenal Quintero.
Al parecer, la estrategia del Gobierno nacional no sólo está basada en exterminar a los partidos de oposición, sino también en cerrarle los caminos a la disidencia roja que intenta optar por espacios propios.
Entre las estrategias que han sido implementadas también destaca la división de la oposición. Para muestra, la liberación de Yon Goicoechea que posteriormente genraría su postulación a la Alcaldía de El Hatillo, así como la habilitación política de Manuel Rosales, quien asomó su nombre para las elecciones del estado Zulia, luego de que el gobernador electo, Juan Pablo Guanipa, fuera destituido.
Redacción Maduradas con información de El Nacional.
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