Elisa Lam, cuyo nombre original era Lam Ho Yi, era hija de una pareja de emigrantes chinos con problemas de depresión, ellos llegaron a Vancouver, Canadá, desde Hong Kong y abrieron un restaurante en North Burnaby.
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Elisa tuvo una infancia tranquila, estudió en la Universidad de Columbia Británica, en esa época comenzó a mostrar signos distintos en su conducta y fue diagnosticada con trastorno bipolar y depresión.
La joven soñaba con viajar, conocer Estados Unidos, especialmente Los Ángeles, aunque sus padres no estaban de acuerdo debido a su enfermedad ella planificó sus vacaciones en esa ciudad y para complacer a sus padres acordó con ellos que los llamaría todos los días y así lo hizo hasta el día de su muerte.
Llegó a Los Ángeles el 26 de enero de 2013 y se registró en el Hotel Cecil, un edificio del año 1924 con más de 700 habitaciones, estaba alojada en el noveno piso y solo se quedaría por unos días porque planeaba irse más tarde al norte, a la ciudad de Santa Cruz.
La tarde del 31 de enero compró discos y libros, pero el 1 de febrero dejó de comunicarse con sus padres, por lo que ellos se alarmaron y llamaron a la policía.
El 3 de febrero los padres llegaron a Los Ángeles para colaborar con la búsqueda de su hija, todo era un misterio.
La búsqueda en el hotel, en su habitación y los lugares comunes, no arrojó resultados.
El 14 de febrero se dio a conocer un video donde se ve por última vez con vida a Elisa, fue grabado por la cámara de un ascensor en donde la joven entraba y salía con evidente desespero, allí permanece durante dos minutos y 28 segundos intentando sin éxito que el ascensor funcione, muy nerviosa.
https://www.youtube.com/watch?v=_rfLSVIA0L0
Tres días después de la publicación del video, la joven aparece muerta.
Los inquilinos del hotel se estaban quejando del sabor y olor del agua que llegaba a las habitaciones, por esa razón la mañana del 19 de febrero se sorprendieron al ver que el agua no tenía presión y tenía un color oscuro.
Había cuatro tanques para abastecer el hotel y estaban ubicados en la azotea, para llegar a ellos era necesario tener códigos de seguridad que solo el personal conocía, trepar altas escaleras y mover unas pesadas tapas.
Cuando los técnicos llegaron a los tanques para revisar encontraron el cuerpo hinchado y en estado de descomposición de Elisa con varias pertenencias flotando a su alrededor.
Al parecer estaba desnuda, algunas versiones sugieren que su ropa estaba en el agua, otras que estaba fuera del tanque y otras que nunca la hallaron.
Para poder sacar el cadáver, los bomberos tuvieron que romper un lateral del tanque.
La autopsia no reveló señales de agresión sexual o violencia física, las pruebas toxicológicas no mostraron más que restos del medicamento que la joven tomaba y un poco de alcohol, mientras que los psiquiatras forenses descartaron el suicidio.
Finalmente nadie sabe como Elisa Lam consiguió la muerte, y las extrañas imágenes que la muestran viva por última vez durante la madrugada del 1 de febrero generan mayor confusión sobre el caso.
Redacción Maduradas con información de Infobae.