Recientemente, se pudo saber que, a raíz de una investigación realizada por Armando Info, al respecto del origen de las cajas y bolsas del Comité Local de Abastecimiento y Producción (CLAP), Pablo Hernández, especialista en nutrición de la Universidad Central de Venezuela (UCV), tuvo acceso a unos análisis, hechos a las distintas marchas de leche que se entregaban a los venezolanos, a través del beneficio.
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«Si a mí me preguntan si esos productos son leche, la respuesta es simplemente ‘no’. Uno, como investigador, se indigna con estos resultados. Se está engañando al consumidor, al decir que está enriquecida con calcio y, cuando vemos el análisis, vemos diferencias significativas de lo que reporta el etiquetado», dijo, en entrevista brindada a Frontline.
Del mismo modo, alertó sobre el hecho de que el producto prometía ser «alto en calcio», pero, al verificar los análisis, hechos por el Instituto de Ciencia y Tecnología de la UCV, quedó en evidencia que el contenido de calcio era, realmente, muy bajo.
«Cuando tú ves un producto al que le sobra carbohidrato y le falta muchísimo calcio, no puedes llamar a eso leche. Se parece más, desde un punto de vista nutricional, a una harina de arroz. Un niño que consume este tipo de leche, un niño muy chiquitico, su sistema renal no está lo suficientemente desarrollado, como para soportar esos altos niveles de sodio«, advirtió.
Además, señaló que esto es un «importante» caso de «fraude alimentario».
Por su parte el periodista Roberto Deniz, de Armando Info, indicó, en el mismo reportaje de Frontline, que les había llamado la atención la gran cantidad de denuncias en torno a la calidad de la leche del CLAP, ya que el régimen prometía productos de «gran calidad» y no era lo que los venezolanos recibían.
Patricia Marcano, también periodista del medio, indicó que había cada vez más reportes negativos sobre los productos lácteos. La gente informaba que era salada y que, al prepararla, se formaba una suerte de engrudo en el fondo del vaso.
«Les daba dolor de barriga, e incluso diarrea. Si eran personas adultas, referían sentir una distención abdominal», manifestó Marcano.
Ambos comunicadores refirieron que recopilaron un total de ocho marcas distintas y las llevaron al Instituto de Ciencia y Tecnología de la UCV para que le hicieran el análisis físico y químico.
Luego de que Hernández les diera su lectura de los resultados obtenidos, comenzaron a investigar más en profundidad quién estaba vendiendo los productos CLAP a Venezuela. Group Grand Limited, fue la primera empresa que surgió, gracias a datos de una fuente anónima, cercana a los puertos venezolanos. Esta compañía figuraba con una dirección en Hong Kong y otra en Caracas. El director de la misma era Shadi Saab, hijo del empresario Alex Saab.
«Una empresa con sede en Hong Kong, que va a comprar alimentos a México, para vendérselo al gobierno venezolano. Lo único que estaba claro es que alguien se estaba escondiendo«, manifestó Deniz.
Redacción Maduradas
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