La venezolana Viangly Infante, de 31 años de edad, se convirtió en el rostro de una de las mayores tragedias de extranjeros en México cuando se registró un incendio el pasado lunes 27 de marzo en un centro de detención de migrantes en la mexicana Ciudad Juárez, fronteriza con Estados Unidos.
Su esposo, Eduard Caraballo, era una de las decenas de personas que se encontraban en ese lugar. Infante llegó hace cinco meses a México junto a su pareja y sus tres hijos, con la intención de llegar a los Estados Unidos y poder ofrecerle una mejor calidad de vida a su familia.
“Así que decidimos venir a buscar un futuro para ellos, para que estudien y decidan si quieren quedarse acá o regresar a Venezuela. Queremos darles un bienestar para su crecimiento”, dijo en una entrevista con BBC Mundo.
A pesar de que él logró salvarse de las llamas, durante los primeros minutos del hecho, la venezolana temió lo peor y su reacción ocupó las portadas de los medios de comunicación.
En unas fotografías se puede apreciar a Infante desconsolada, dándole golpes a la ambulancia en la que su esposo estaba inconsciente y gritando sin dejar de llorar a su “negro”, como le llama ella.
Días después de la tragedia y mientras su pareja se recupera poco a poco de las heridas que sufrió en un hospital, la migrante relató a BBC Mundo lo que vivió esa noche.
“Mi esposo tuvo intoxicación por humo en ojos, nariz, boca y garganta. Al principio estaba como asfixiado pero ya está estable y lo pude parar de la cama, aunque sigue respirando con oxígeno y no tiene fecha de alta prevista”, reveló.
Aseguró que el mismo lunes en el que se registró el incendio, su esposo salió de la casa para comprar unos medicamentos para las convulsiones de su hija. “Y fue ahí que lo agarraron sobre las 13:00h”, precisó.
Infante señaló que no existía ningún motivo para detenerlo porque tienen un permiso de 90 días y una visa humanitaria por un año por Migración. “Entonces él me llama para que le lleve los documentos que muestran que somos un núcleo familiar y que estamos legal acá”, indica.
Resaltó que llegó al centro de detención migratoria con sus tres hijos, pero la dejaron esperando desde las 14:00h en una sala, prometiendo que soltarían a su esposo.
“Me decían que ahorita lo iban a soltar, que ahorita. Hasta que en la noche empezó el fuego. Ahí oigo gritos, golpes en las paredes y empezó a salir humo por todos lados. Por la oficina, el baño, todo”, contó.
Dijo que en el área de familias, donde ella se encontraba, había al menos 15 mujeres retenidas y las sacaron del lugar. “Ahí no había rejas ni nada, pero por lo que se ve en la zona de hombres es como una prisión, una celda”, explicó.
“Yo pregunto qué pasa y les digo que abran la puerta de los hombres… y lo que supieron decirme fue: ‘se quemaron’. Me desesperé mucho y me sacaron a la calle, pero a ellos los dejaron ahí”, expresó.
Comentó que en el momento que le tomaron las fotografías, en medio de su desesperación por la situación, jamás pensó que “se iba a hacer tan conocido porque nunca vi a nadie alrededor”.
“No me hice famosa en Venezuela y me vine a hacer famosa aquí, en México… pero por algo tan cruel. A mi familia no tuve que avisarles de lo que pasó: se enteraron por las redes sociales enseguida. Me hice famosa… pero no era esta la manera”, añadió.
Infante dijo que su pareja tiene la garganta muy irritada en estos momentos, por eso no ha logrado darle mayores detalles de “cómo fue su trauma esa noche”. “Lo que sé es que se metió al baño para resguardarse y se mojó con agua para protegerse del fuego, porque cuando lo recibí estaba completamente mojado”, reveló.
“Una vez que ya vi que estaba mejor en el hospital, sí me entró mucha rabia de pensar que hubo 40 muertos. Que tuvieron la oportunidad de abrirles la reja y no lo hicieron. Ninguno estaba detenido por robo, ni muerte, ni nada: solo por ser migrante. Y tenían derecho a vivir”, repudió.
El gobierno de México que, en un principio, responsabilizó del fuego a personas que protestaban contra su deportación, ha mostrado incongruencia e inconsistencias en las cifras de muertos con el paso de los días. Hasta el último reporte, al menos 38 extranjeros fallecieron, entre los que se encontrarían 7 venezolanos.
“Así que vinimos con nuestros tres hijos desde Venezuela buscando una vida mejor… y casi pierdo a mi marido en el incendio. Pero gracias a Dios está bien”, concluyó Infante.
El periodista Joaquín López-Dóriga compartió un video de las cámaras de seguridad en la que se puede apreciar cómo los migrantes pateaban las rejas para tratar de abrirlas ante la mirada indiferente de los oficiales, quienes optaron por dejar encerrados a los extranjeros mientras escapaban del lugar para evitar las llamas y el humo.
El pasado miércoles 29 de marzo, el gobierno de Andrés Manuel López Obrador reconoció su responsabilidad por la muerte de los migrantes y anunció que se imputará por homicidio a los presuntos culpables de la situación.
La secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana, Rosa Icela Rodríguez Velázquez, informó durante una rueda de prensa que ya han identificado a ocho funcionarios “probablemente responsables” por los hechos que desencadenaron en la tragedia y se emitió, en consecuencia y hasta ahora, al menos cuatro órdenes de captura.
Entre los funcionarios hay dos agentes federales, un oficial estatal de migración y cinco funcionarios de la empresa de seguridad privada que trabajaba para el Instituto Nacional de Migración (INM), quienes “ya están rindiendo sus declaraciones ministeriales”.
“Reprobamos la mala actuación de servidores públicos que no se apegaron a los protocolos de protección a la vida y de protección civil”, expresó Rodríguez Velázquez.
Este viernes 31 de marzo, el Ejecutivo de México anunció el cierre definitivo del centro de detención del Instituto Nacional de Migración (INM) en Ciudad Juárez, dónde se registró el incendio en el que murieron casi 40 extranjeros.
La Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana, Rodríguez Velázquez, informó: “Se ha tomado la determinación de suspender desde ya y de forma definitiva la operación de la estación migratoria de Ciudad Juárez, Chihuahua, por lo que las personas migrantes albergadas ahí se trasladarán al Centro Integrador para el Migrante Leona Vicario”.
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Redacción Maduradas con información de BBC Mundo.
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